Dentro de nuestros pueblos y nacionalidades existen varias necesidades. Mesías Ugsiña, dirigente social, habla sobre algunas de ellas, y señala como una urgencia, que debería ser atendida por los candidatos, a la desnutrición crónica e infantil y a la migración de jóvenes indígenas. Niñez indígena: desnutrida, sin atender.
¿Qué expectativas le generan las elecciones de febrero de 2023?
Como todos sabemos, en febrero del próximo año se van a realizar las elecciones, en este caso de los gobiernos seccionales. Se van a elegir prefectos, viceprefectos, alcaldes, concejales y vocales de las juntas parroquiales. En este sentido, pues, Riobamba y Chimborazo tienen la expectativa de que los candidatos que hoy se encuentran inscritos, en el Consejo Nacional Electoral, prácticamente cumplan con lo que el pueblo riobambeño y chimboracense desea. Esto engloba, en primer lugar, que sean gobiernos seccionales, que tengan la capacidad de resolver los problemas de desempleo, los problemas de mejorar las condiciones de vida de los campesinos, de los pequeños y medianos agricultores, de las comunidades indígenas. Y, por supuesto también de los barrios populares y urbanos. Hay la expectativa de que los diversos candidatos estén prácticamente, preparados, tengan experiencia, propuestas concretas para, como decía, generar fuentes de trabajo y, de esa manera, mitigar la migración de la población campesina que es, prácticamente, del sesenta por ciento de la población económicamente activa de las comunidades indígenas del cantón y de Chimborazo.
¿Se evidencian consecuencias por esta terrible problemática?
Ellos han emigrado a acá, a Riobamba, y a otras grandes ciudades como Quito y Guayaquil, asimismo al extranjero.
¿En qué condiciones se vive en el sector rural?, ¿considera que los candidatos conocen esta realidad?
Se supone que los movimientos y partidos políticos que presentaron a sus candidatos y candidatas para las diferentes dignidades, fueron elegidos con base en sus conocimientos, sus experticias y su disposición de trabajo. En algunos casos, igualmente, con base en su experiencia. Entonces, nosotros consideramos que, en este caso, el Código de la Democracia, que nos rige el proceso electoral, establece que los candidatos deben ser personas que tengan conocimiento básico de la problemática de su territorio. En los próximos días ya tendremos la lista completa de candidatos y candidatas para las diferentes dignidades y habrá que entrar a las páginas del CNE y bajarse las propuestas y los planes de trabajo. Esto porque ahora es una obligación, es un requisito obligatorio, el presentar un plan de trabajo de los candidatos a estas elecciones del año 2023. De esta manera, tendremos que analizar y hacer un estudio de cada una de las propuestas planteadas.
Usted mencionó como una problemática a la migración, ¿qué más le podemos sumar a esto?
En los índices de Desnutrición Crónica Infantil, en Chimborazo, se puede ver la enfermedad de la pobreza. Ahí está la enfermedad de la mendicidad, de las desigualdades. En este caso, también que hay grupos sociales en el sector rural, como son las comunidades indígenas y campesinas que, lamentablemente, no tienen un futuro, un porvenir económico en su cantón, en su comunidad en su territorio. Toda vez que la producción agropecuaria, que es nuestra fuente de trabajo y de sostenimiento económico, en este momento no representa la posibilidad del desarrollo económico. Las inversiones para producir la tierra, definitivamente son altos, porque vivimos en un sistema dolarizado. De esta manera, no podemos competir con países como los vecinos Colombia, Perú, que producen estos productos con monedas locales.
¿Cómo involucrar a la ciudadanía al proceso?
Nosotros consideramos que debemos saber cuáles son las propuestas claras, precisas, no demagógicas, no inalcanzables, no que en este momento pueda decir de todo el candidato. Más bien, creo que nuestra obligación como yo sugerí al diario, en una reunión que tuvimos que, de aquí en adelante, ya cuando se conozca oficialmente la lista de candidatos, que no permitamos que vayan a nuestras comunidades, a nuestros barrios y parroquias, con demagogia, con regalos y ofrecimientos.