Roberto Guerra
Tema: Farándula, sociedades del espectáculo
Sociedades capitalistas extremadamente productivas requieren incrementar el consumo en su afán de acumulación.
Las estrategias son variadas, y en el modernismo actual coinciden en ingresar, dominar y copar la mente del ser humano con vanidades faranduleras, cuya característica esencial es el uso del tiempo libre.
El espectáculo es la respuesta a la necesidad capitalista de aferrarse a su inminente colapso. La historia da cuenta de aquello; mantener el dominio político, económico e ideológico de sus alicaídos imperios requiere de la fiesta, el juego, la farándula.
La Roma de los mil años, en su época, lo hizo con el circo: luchas mortales de gladiadores, seres humanos sacrificados por fieras salvajes, la sangre humana como fuente de entretenimiento.
Los imperios feudalistas construían fantasías versallescas utilizadas para evocar ante sus súbditos la divinidad de los monarcas trasladada del dios divino.
El capitalismo actual utiliza fantasías mediáticas y el espectáculo. La belleza y esbeltez son forjadas para el entretenimiento que opaca el arte, el esfuerzo y el conocimiento.
La paulatina pérdida de la dignidad impone la idea de que no importa lo que piensen de ti, lo importante es estar el mayor tiempo posible en las redes y en los medios.
La mentira repetida muchas veces se vuelve verdad para atacar al oponente, manteniendo idiotizado al humano con la idea de ser rico con el menor esfuerzo.
Todo esto utiliza la información y la comunicación como el medio de producción y consumo de significaciones, que hoy forjan la sociedad más desigual de la historia humana y que repercute en la violencia, pobreza, miseria y corrupción que hoy vivimos.