Editorial No alimentar mascotas en la calle: Puede sonar cruel y seguramente este artículo caerá mal a los defensores de los derechos de los animales, pero es una opinión que pretende ir en bien de toda la colectividad y la ciudad, como bien patrimonial del Ecuador y del mundo. En nuestra ciudad, el problema de mascotas (perros) abandonadas es alarmante, la buena intención de alimentar a esto animales, en lugar de resolver el problema, lo que hace es perpetuarlo.
Alimentar a mascotas callejeras puede generar en ellas una dependencia que dificulte su eventual reintegración a un hogar estable. Además, esta acción bien intencionada contribuye al aumento de la población animal sin control, generando un ciclo sin fin de abandono, excrementos en las calles, riesgos de contagio de alguna enfermedad, insalubridad en general.
Para abordar este problema, es necesario que todos, como sociedad, adoptemos posturas en común, como por ejemplo, masificar las campañas de esterilización y de adopción de mascotas, a la vez, que frenar la alimentación indiscriminada y desordenada de las mascotas callejeras. Estas medidas empezarán a surtir efecto si en verdad existe el compromiso de cumplirlas, y no como hasta ahora, que nadie las respeta y cada quien por su lado pretende darle solución a este tema.