La migración son los cambios de residencia de la gente, dentro de un país o fuera de éste, y para que esto suceda varios factores actúan, a fin que los individuos tomen la decisión de trasladarse a otro sitio, y éstos pueden ser personales, familiares, económicos; también influye la distancia geográfica, las condiciones de los lugares de origen y de destino, entre otros. La situación actual de Chimborazo.
En Ecuador, tras la pandemia del covid-19 la situación económica se agravó, por lo que el 90 por ciento de las familias encuestadas ejecutadas por la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) comentó que se dedican a las actividades informales o simplemente se encuentran en desempleo; es así que solo el cuatro por ciento cuenta con un empleo formal y el tres por ciento tiene un negocio. La ola migratoria que se desató por la falta de ingresos económicos.
A saber. Chimborazo es la tercera provincia con alta migración, sobre todo en los cantones Alausí, Chunchi y Guamote. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) se conoce que en Alausí en cuanto a migración legal 1.764 personas entre hombres y mujeres migraron a países extranjeros, pero la cifra es mucho más alta, ya que de la migración ilegal a la que muchos se expusieron no se cuenta datos exactos, pero se refleja en las remesas inyectadas a la economía del país; además, se denota que el lugar preferido para emigrar es Estados Unidos, puesto que el capital que se envía desde este país hacia la ‘Mágica Provincia’ es alto.
Por otro lado, Chunchi, hasta el momento, no cuenta con datos oficiales relacionados con esta problemática; sin embargo, se conoce que el 70 por ciento de la población corresponde al área rural, por lo que la gente que vive en ese sector ha mencionado que varios familiares salieron al exterior. No hay un número exacto, pero cada vez más gente joven ha optado por abandonar el cantón, dejando a los adultos mayores solos y a la tierra fértil sin cultivarse, lo mismo sucede en Guamote.
¿Cómo logran trasladarse?
Desde hace varias décadas atrás, migrar para los ecuatorianos ha sido una de las primeras opciones que han escogido para mejorar sus ingresos económicos; sin embargo, no se habla o no se toma tanta importancia a la forma en la que llegan a los diferentes destinos, principalmente cuando se trata de Norte América, puesto que para ingresar a Estados Unidos se requiere de una visa, residencia o ciudadanía, por lo que muchos, al no contar con este tipo de documento, optan por contratar a grupos traficantes de personas (’coyoteros’), que aseguran que el trayecto será efectivo, sin mencionar lo riesgoso que es realmente para las personas, sobre todo para la mujeres y niños, por la vulnerabilidad que tienen al estar a la intemperie por varias semanas o incluso meses.
Testimonio. Monserrath C., una joven chimboracense, decidió emigrar por esta vía, debido a que los trámites para obtener una visa le tomaría mucho tiempo, “no tenía tiempo, las deudas y la crisis que pasamos en mi familia, me orillaron a contratar a un coyotero y emprender el viaje”, mencionó. Entre lágrimas, a pesar que pasaron ya casi dos años, entre lágrimas cuenta que fue un ‘viacrucis’ total, ya que tuvo que trasladarse a través de varios vehículos, a pie, por tierra y mar; “lo peor de todo fue el desierto, el calor, el cansancio y el temor a ser atrapada cada vez eran más fuertes”. Aunque cruzar la frontera ‘gringa’ es realmente duro, porque te expones a muchas situaciones desagradables, lo fuerte empieza cuando buscas un sitio en donde vivir y un trabajo, por lo menos cuando no cuentas con gente conocida o familia cercana que te apoye, indicó Monserrath.