La vorágine de los tiempos, la inclemencia de la injusticia social, lo deleznable de la inequitativa distribución de la riqueza, la falta de oportunidades y hasta una terrible pandemia no solo nos han confinado, sino aislado, conminándonos a mirar con recelo al próximo, sin importar su origen, es decir generado la desconfianza que a pasos agigantados nos deshumaniza y aleja de todo y todos, incluso estando en el centro. Acciones nobles que nos devuelven la fe….
Y precisamente ante estos crudos cuadros, acciones solidarias, desinteresadas y hasta valerosas nos hacen saber que no todo está perdido, que sí podemos trastocar el ayer, mejorando en el hoy el mañana que merecemos. Y lo llamaremos ‘H’ (solo por preservar su integridad), uno más de tantos, uno más de todos los que nos retiramos a descansar luego de una ardua jornada, pero que, pese a la fatiga, a la hora y al no tener nada que ver con otro mortal en situación de riesgo, detuvo la marcha de su auto y enfrentó a un ‘enemigo de la sociedad’ que perjudicaba a uno de los que en campaña se le dice ‘presente y futuro’, pero que el resto del año es solo una fría estadística. Por ello es justo saludar nobles gestos de personas que nos devuelven la fe y nos hacen saber que es posible ser mejores y que si hay chance nada nos impide hacerlo. ¡Dios te bendiga!A