Desigualdad entre urbano y rural Chimborazo: Ecuador vivía ya una crisis política, económica y social antes de que se decrete la emergencia sanitaria por el Covid-19 en marzo de 2020; sin embargo, con la llegada del virus al territorio ecuatoriano las brechas sociales en los temas de pobreza, educación, salud y empleo aumentaron mucho más, desnudando una realidad de la que va a ser difícil salir si no se toman medidas que beneficien a los sectores más desprotegidos en el país. Desigualdad entre urbano y rural Chimborazo:
Realidad.
Por ejemplo, en el sector de San Isidro de Patulú, ubicado en el cantón Guano, se observa a don Francisco bajar de la montaña con un cargamento grande de ramas de eucalipto. A pesar de su avanzada edad (82 años), no le queda más que seguir trabajando, porque no cuenta con un ingreso fijo que le permita salir adelante. Según relata, él no tiene a sus hijos, porque hace algunos años atrás se fueron a vivir en otros lares: unos a Quito y otros a Guayaquil, y a esto se suma que él enviudó y no cuenta con el Bono de Desarrollo Humano.
Situación.
“Yo salgo a vender chochos o papas en los mercados. Llevo ramas para cocinar. No tengo una cocina a gas, sino con leña. A veces consigo dinero para la semana, otros días me alcanza para el día”, comenta el ancianito, que vive en esta zona rural de Chimborazo y que tiene dificultades para hablar y para caminar.
Pobreza.
Según los datos oficiales publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) en la Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (ENEMDU), elaborada en diciembre 2020 y publicada en marzo de 2021, la pobreza por ingresos a nivel nacional en el último mes del año pasado se ubicó en 32,4%, mientras que la pobreza urbana es de 25,1 por ciento, y la pobreza en el área rural es de 47,9 por ciento.
Cifras.
En diciembre de 2020 la pobreza extrema a nivel nacional se ubicó en el 14,9%; en el área urbana la pobreza extrema es del 9,0% y en el área rural es del 27,5%. Sin embargo, la pobreza no solo se puede medir por los ingresos con los que cuenta una persona o una familia, sino también por las necesidades básicas insatisfechas.
Así, según datos oficiales del INEC, a nivel nacional la pobreza por necesidades básicas insatisfechas en diciembre 2020 es del 32,6%, en el área urbana es de 21,8% y en el área rural es de 55,7%.
A nivel nacional, la tasa de pobreza multidimensional a diciembre 2020 es de 40,2%, en el área urbana es 26,8% y en el área rural es 68,7%. La tasa de pobreza extrema multidimensional a nivel nacional a diciembre de 2020 es del 17,8%; a nivel urbano este indicador es del 5,9%, mientras que a nivel rural 43,3%. En todas las cifras de pobreza se evidencia que las zonas rurales del Ecuador resultan las más afectadas por la falta de atención a sus necesidades.
Datos.
En Chimborazo, hasta septiembre de 2015, el 62 por ciento habitaba en la zona urbana, mientras que el 38% en las zonas rurales, lo que equivale a un aproximado de 198.722 personas que viven exclusivamente de actividades como la agricultura y ganadería. Sin embargo, de acuerdo a datos oficiales de la FAO (Fondo de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), el coronavirus agudizó los problemas de los habitantes de las zonas rurales en donde un gran número de la población vive con menos de 2 dólares diarios. Pero, ante esta compleja situación, se suma otra de la que no depende nadie, como es la erupción del volcán Sangay, que desde 2020 ha provocado que material volcánico termine sobre miles de héctareas de cultivos y sembríos, provocando que los cultivos se pierdan.
Educación.
En el ámbito educativo la situación aún es más compleja. Si bien se habla que ésta es una forma de liberar a los pueblos, el paso de la presencialidad a la virtualidad, desde el 16 de marzo de 2020, ha afectado, en mayor medida, a los estudiantes que residen en zonas rurales. A nivel nacional solo un 37,2% de los hogares cuenta con una conexión a internet, lo que equivale a decir que seis de cada diez niños no pueden estudiar por falta de la tecnología. La situación se agrava aún más en las zonas rurales, donde solo el 16,1% de los hogares tiene conectividad. El acceso a internet es de apenas un siete por ciento en la ruralidad.
Salud.
En el aspecto de salud, la situación no es diferente. En el caso de Chimborazo si bien se cuenta con dispensarios médicos y centros de salud, la falta de insumos, equipamientos y medicinas es una de las realidades con la que también se tiene que enfrentar en la zona rural. Si bien se cuenta con personal como médicos, enfermeras, auxiliares y odontólogos, la realidad es que acceder al derecho constitucional de la salud se ha convertido en un verdadero privilegio para las personas del campo que, muchas veces, tienen que atender sus dolencias en sus propias comunidades, con medicina natural…
Ni qué hablar de la desnutrición infantil
La desnutrición infantil es una de las grandes deudas que existen con la niñez de Chimborazo. La desnutrición es un problema de salud complejo que puede deberse a diversas carencias simultáneas de proteínas, energía y micronutrientes.
Situación.
En los niños, la desnutrición ocurre como consecuencia del mal estado de salud combinado con una ingesta alimentaria inadecuada. También son causas subyacentes de la desnutrición la carencia de alimentos suficientes, los servicios inadecuados de atención de la salud, la falta de agua potable y saneamiento ambiental y la atención maternoinfantil ineficaz.
Provincia.
De acuerdo a un estudio de Unicef, Chimborazo tiene un 48.8 por ciento de denutrición infantil. Las familias de la provincia, sobre las que viven en las zonas rurales, sobreviven en medio de una pobreza extrema, tienen que subsistir con menos de dos dólares diarios, sin servicios básicos como agua potable, sin acceso a la educación y, para complicar todavía más las cosas, la pandemia del virus Covid-19 no ha hecho nada fáciles las cosas.
Caso.
Lamentablemente, la desnutrición infantil es una problemática que no se ha logrado erradicar en las últimas décadas en nuestra provincia. Las cifras cada vez son más alarmantes. Si bien se trata de generar política pública para superarla, eso se lo hace de manera coyuntural, pues, en vez de combatir esta dura realidad desde la base, se torna más duro en medio de una pandemia.
Corrupción, un problema
El sector rural de la provincia de Chimborazo se ha visto afectado -desde hace décadas atrás- por la falta de acceso a los servicios básicos: salud, educación, alimentación y pobreza.
Palabras.
Al respecto, Me-sías Ugsiña, presidente de la Federación Única Provincial de Afiliados y Jubilados al Seguro Social Campesino de Chimborazo, comentó que, lamentablemente, el ámbito de salud está colapsado. “No hay, en estos momentos, los recursos económicos necesarios; no hay materiales de bioseguridad, no hay medicina en los hospitales de Riobamba, peor en los 45 dispensarios del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social de Chimborazo”, comentó el dirigente, quien reconoció que, a pesar de esta situación, sí se debe reconocer la labor que ejerce el personal de primera línea, tanto del IESS como de la Red de Salud, quienes hacen todo lo posible para atender a los pacientes, pero sin los insumos necesarios… se hace una tarea difícil.
Caso.
Según Ugsiña, la situación en el tema de salud está tan compleja en la actualidad que muchas personas de las comunidades han optado por la medicina natural para curarse de sus enfermedades. “No tenemos acceso a un verdadero derecho a la salud. En el gobierno de Rafael Correa se inauguró la famosa Red Integral de Salud.
No estuvimos de acuerdo con eso, porque era una mera declaratoria, porque si se habla de una red, debería haber recursos y presupuesto, y manejarse éstos con honestidad y transparencia, pero los más grandes negociados y de corrupción, justamente, se han presentado en la salud, en la Seguridad Social.
No hay políticas públicas, hay una Ley Orgánica de Salud, hay la Ley de Seguridad Social, hay el Convenio Interinstitucional de la Salud Familiar de la Red Integral de Salud, pero no camina, no da. Lo que sí se debe reconocer es al personal de salud, que hace lo que puede, pero lo que no puede hacer es un milagro”, indicó Ugsiña, quien agregó que en el caso de la zona rural no se cumple con uno de los principios fundamentales de la Constitución del Ecuador, como es el derecho a la salud. El dirigente manifestó que, mientras esto sucede, lo que no falta son los recursos para los actos de corrupción.
Situación.
Ugsiña indicó, por ejemplo, que en octubre de 2020 se cometió un acto de corrupción al querer adquirir 287 unidades dentales para los dispensarios médicos a nivel nacional y provincial, con un sobreprecio del 50 por ciento. “Lo que costaba 2.200 dólares, en el Seguro Social Campesino se adquirieron a cinco mil doscientos ”.
A esta dura realidad se suma la pandemia del coronavirus
De acuerdo a los datos oficiales del Ministerio de Salud Pública (MSP), en Chimborazo se registra un total de 6.434 casos confirmados de Covid-19. Si bien el 60 por ciento de los contagios se concentra en Riobamba, con un total de 4.352 casos, en el resto de cantones, también se vive esta dura realidad.
Cifras.
En Alausí ya son 517 casos, en Chambo 109, en Chunchi 213, en Colta 234, en Cumandá 249, en Guamote 129, en Guano 401, en Pallatanga 120 y en Penipe 110. Sin embargo, desde que comenzó la crisis sanitaria, una de las exigencias hechas por los alcaldes es que se transparenten las cifras, porque, las que indica el MSP no refleja la realidad que se vive día a día en aquellos territorios.
Situación.
Asimismo, se debe considerar que Chimborazo es una de las provincias en donde menos pruebas PCR se han llevado a cabo, no se diga en las zonas rurales, en donde es prácticamente imposible conseguir una gratuita. Otro de los aspectos que preocupa es el tema del acceso a la vacunación contra el coronavirus.
Si bien ya se ha empezado en algunos sectores rurales de la provincia, existe zozobra en mucha de la población porque no se tiene mayor información sobre la vacuna; otros, en cambio, no tienen internet para poder agendar una cita para inocularse, y mucho menos un teléfono celular en el cual les notifiquen el lugar y la fecha en la que recibirán las notas.
Sin embargo, desde la cartera de Salud Pública se ha dado a conocer que, en estos casos, son los médicos del barrio los que están levantando la información para que la vacuna también llegue hasta los últimos lugares de la provincia. Éstas son las realidades que se vive en la zona rural, donde la desigualdad ha calado mucho.
“Tocará empezar de cero”
Nancy Olmedo, presidenta de la Unión Nacional de Educadores en Chimborazo (UNE-Ch), comentó que la brecha entre lo urbano y rural en el área educativa es inmensa.
“Los desniveles sociales tan grandes que tenemos -hoy por hoy- son gigantes. En el sector rural, por más que se busque, intente o trate de contar con recursos, es difícil. Los padres no pueden construir una red telefónica o una antena para contar con internet para cubrir la necesidad tan grande de tecnología y, así, cubrir en algo el tema educativo. Eso es algo imposible si no tenemos el apoyo de las entidades estatales, como es el Ministerio de Educación y el Gobierno de turno”, comentó la dirigente.
Planificación.
Existe la urgencia de volver a las aulas por esta realidad, pero, a la fecha, es algo difícil. Sobre si existe algún tipo de planificación por parte del Ministerio de Educación para que exista una nivelación tanto para los estudiantes rurales, Olmedo aseguró que no. “Eso seguro se lo hará de la noche a la mañana, como están acostumbrados.
Hasta ahora no existe ni un estudio sobre esta realidad. Ni siquiera nos han llamado a los profesores de las instituciones para saber qué vamos a hacer cuando volvamos a las aulas. Nos va a tocar retroceder, empezar de cero, porque los miles de estudiantes que se quedaron fuera del sistema deben estar al mismo nivel que el resto para que tengan las mismas oportunidades”, dijo Olmedo, quien agregó que, caso contrario, va a haber muchos vacíos en el conocimiento de los niños y jóvenes de la zona rural, quienes, por no tener recursos económicos y tecnológicos, no pudieron estudiar.