Derecho al voto: Bueno, un rato alejados de los -por cierto- muy lamentables acontecimientos malhadados en las tierras del norte, las del “Tío Sam”, -aunque siempre pendientes con el “rabito del ojo”, toda vez que son unas de las poquísimas rectoras de lo que acontece en el resto del planeta, y en orden preferente-, volvemos a la dura realidad de estas latitudes, las de la “Mitad del Mundo”, en las que mientras está en marcha un esperado y esperanzador proceso electoral, con la respectiva reactivación de los -ya conocidos y los benjamines- actores políticos que, presurosos, corren contra el reloj en pos de alcanzar el favor ciudadan.
El ente supremo de la “fiesta democrática” está en entredicho por, supuestamente, atentar contra los derechos de un movimiento y su candidato, lo que, así no se lo diga abiertamente, resulta lamentable para el normal desarrollo de la actividad, y más aún cuando la justicia ordinaria ha debido tomar parte, lo que se avizora aún tendrá larga data.
En todo caso, seguramente los doctos en legislación sacarán sus conclusiones propias al respecto, pero, en lo que concierne a la parte informativa sí es preocupante que el pobre electorado tenga que agregar una preocupación más a su ya de por sí colmada mente, que tendrá que escoger la mejor de entre solamente dieciséis propuestas para regir sus destinos a nivel nacional y entre ochenta y ocho aspirantes a “padres de la Patria” por nuestra provincia, he ahí la importancia de ejercer el derecho al sufragio como un poder, el de decidir que la historia no se repita porque los más aptos están al mando de la gestión estatal, so pena de revivir viejos temores o, en su defecto, copiar los de otros lares. ¡Reflexionemos!