Por decisión unánime, tres jueces de la Corte Provincial de Justicia de Chimborazo sentenciaron a veintinueve años con cuatro meses de cárcel a Paúl Ll., por su culpabilidad como autor de violación perpetrada contra una niña, y a esto se suma una decena de amenazas y abusos que sufrió la menor durante 5 años consecutivos. Violador de niña, 29 años a cárcel.
Indignación. En la audiencia de juzgamiento, el fiscal a cargo del caso sustentó su acusación con la reproducción del testimonio anticipado de la víctima, el mismo que fue tomado en la ‘cámara de Gesell’, en el que identifica al sujeto, describe los hechos, narra las fechas y los lugares en los que fue agredida sexualmente desde los seis hasta los once años.
Otra de las pruebas fue la pericia psicológica, la cual determinó un cuadro de estrés postraumático en la víctima.
El sentenciado era religioso y los hechos ocurrieron cuando la menor, junto con su madre y hermanas, asistía a la misma iglesia donde iba el agresor también con su madre, quien además era amiga de la progenitora; Paúl era el encargado de cuidar a las niñas, no solo en la iglesia, sino en otras ocasiones, cuando cumplían varias diligencias de carácter médico; él aprovechaba esos momentos, pero eso no es todo, la astucia del individuo no tenía límites, porque inclusive no le importaba que todos estén en una misma casa y al mínimo descuido la ultrajaba.
“Una vez estábamos en la cocina y él, con engaños, sabía llevarles y no solo a mi hija, sino a otras niñas al cuarto supuestamente a ‘jugar’ y, con cosquillas disfrazadas, tocaba sus partes”, indicó la consternada madre de la víctima.
Tras ser objeto de violencia sexual por mucho tiempo, la madrugada del 11 de abril de 2019, la niña, de 11 años, contó a su madre lo ocurrido, después de despertar de una pesadilla. La madre, que estaba en la habitación contigua, la escuchó gritar: “Por favor no me mates”. La víctima había vomitado, se orinó en la cama y, posteriormente, se desmayó.
Al despertar le contó a su madre todos los momentos de terror que sufría, por ello se hicieron varios seguimientos para poner la denuncia correspondiente, y al conocer que debía enfrentarse a la justicia, Paúl se fugó del país en julio de 2019 y, tras investigaciones, lograron ubicarlo y capturarlo en febrero de este año en Pasto (Colombia), por lo que fue extraditado para cumplir su responsabilidad penal.
“Estoy agradecida con todos y cada una de los funcionarios que formaron parte de este proceso (…) he sido amenazada, pero nunca baje los brazos”, dijo con satisfacción la valiente progenitora.
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