Es común ver a los vendedores informales al rededor de los mercados de Riobamba, pero ¿cómo se originó el comercio informal?
En los mercados de Riobamba, la presencia de vendedores informales se ha convertido en una normalidad al circular cerca de las zonas comerciales.
Estas personas, ofrecen desde frutas frescas hasta artículos de segunda mano a precios muy económicos. Esto ha provocado el reclamo de los comerciantes que usan las instalaciones de los mercados.
Esto se debe a que los vendedores informales no tienen un puesto fijo y no pagan patente ni impuestos, además que al recorrer tienen más oportunidades de comercializar sus productos.
El comercio informal en Riobamba tiene sus raíces en diversas crisis económicas y la falta de oportunidades laborales formales. Esto ha provocado que exista una constante pelea entre comerciantes e informales.
A pesar de la falta de regulaciones y el constante riesgo de ser desalojados, han logrado establecerse y ganar la confianza de los clientes.
Luis Mena, vendedor de productos de limpieza en el mercado San Alfonso, cuenta su experiencia:
Por otro lado, muchos de los informales comenzaron como empleados de comerciantes con puestos y, con el tiempo, decidieron independizarse para aumentar sus ingresos y mejorar sus condiciones de vida.
De empleados a vendedores informales en los mercados
El fenómeno de la informalidad en los mercados de Riobamba tiene un origen particular. Muchas personas que hoy venden en las calles y en los espacios informales de los mercados comenzaron como ayudantes de las tradicionales «caseras».
De esta manera, prendieron el oficio, observaron el funcionamiento del negocio y, motivados por la posibilidad de obtener mayores ingresos, tomaron la decisión de emprender por su cuenta.
Rosa Guamán, quien ahora recorre vendiendo frutas en el mercado La Merced, relata su experiencia:
También las personas opinan sobre el comercio informal y el por qué prefieren comprarle a las personas que recorren ofreciendo los productos.
Son varios factores por los cuales la ciudadanía prefiere adquirir sus compras con los vendedores informales, la atención y la cantidad de productos hacen que el cliente opte por su oferta.
Es así que, muchos de los vendedores informales encontraron en este tipo de comercio una manera de sustentar a sus familias frente a la adversidad.
Con la disminución de empleos formales y el aumento del costo de vida, la venta informal se convirtió en una alternativa viable aunque arriesgada, ya que en ocasiones deben rematar los productos por el temor a que se dañen.