En este barrio la mayoría de los habitantes son indígenas de las comunidades de Colta, quienes decidieron migrar. Aún existen árboles y las calles que existen están llenas de tierra, porque recién llegaron habitantes al sector. Cuentan con agua, luz. Vecinos piden el adoquinamiento.
Juan Yuquilema quien vive tres años en el lugar, explicó que el sector es tranquilo y que no existen robos. “Se puede andar con calma, ya que no hay personas de otros lugares que vengan”, además, dijo que la mayoría no sabe de la existencia de este barrio, ya que la entrada es como un callejón, pero en realidad es un barrio que todavía no es reconocido.
Yuquilema también mencionó que no todo es bueno. “Uno de los problemas que tiene el barrio es la falta de accesibilidad a la señal de internet. No hay como conectarse o llamar a las personas”, comentó, por esta razón esperan encontrar una solución.
El vecino señaló que también, otro de los problemas que sufren como barrio, es que no tienen el adoquinamiento de las vías. Esto les causa mucha angustia, pues, si existiera, entraran más carros y habría un poco más de movimiento, ya que la vía principal va hasta la salida a Quito. Esperan que las autoridades de la Municipalidad puedan ayudar y se puedan adoquinar las calles, para un buen vivir de cada habitante del sector.
Una de las ventajas de este sector, es que todos los moradores son unidos. “De pronto a veces existen reuniones o alguna minga y los moradores del barrio salen a ayudar.
Trabajan y hacen todas las cosas que se han propuesto. Lo hacen con esfuerzo”, dijo. Yuquilema aseguró que todo lo que han logrado ha sido por el trabajo de todos los vecinos, por medio de mingas y de un trabajo conjunto.