El origen del consumo de pavo durante la Navidad se encuentra en la época de la colonización de América.
Los exploradores españoles descubrieron esta ave en lo que hoy es México y la llevaron de regreso a Europa. Debido a su sabor exquisito y su tamaño generoso, el pavo se convirtió en un manjar muy apreciado por las clases altas europeas. Una tradición arraigada y ancestral con un origen social.
La popularidad del pavo como plato navideño se extendió rápidamente. En el siglo XVI, se introdujo en Inglaterra, donde se convirtió en una opción favorita.
La tradición se propagó por otras partes de Europa y, posteriormente, llegó a América del Norte.
Hoy en día, el pavo se ha convertido en una parte integral de las celebraciones navideñas en numerosos países, incluyendo Estados Unidos, Canadá, México y muchos otros. Las familias se reúnen alrededor de la mesa para disfrutar de esta tradición en este caso de un pavo asado o relleno, acompañado de guarniciones y salsas