Como consecuencia de un accidente de tránsito, Lenín Merino utiliza una silla de ruedas desde niño, y actualmente labora en la Casa de la Caridad del cantón Penipe, contándonos que en mayo viajó a Indianápolis (EEUU), donde tuvo la oportunidad de conocer nuevas realidades para las personas con movilidad reducida, donde se ubica la gente con discapacidad física, adultos mayores y las madres embarazadas. “Una lucha por lograr la equidad e igualdad”.
Nexos. Merino aprovechó el viaje para hacer nexos con personalidades de los Estados Unidos que les gusta ayudar a las personas con discapacidad. En Indianápolis tuvo la oportunidad de visitar un gimnasio privado que está al servicio del público, muy amplio y con diferentes servicios, entre ellos un hidromasaje y una piscina, en los que hay una grúa eléctrica para la movilidad de las personas con capacidad reducida, algo que no existe en el país, pero en los EEUU es común, dijo.
Apoyo. Las ayudas técnicas que existen en los Estados Unidos están al servicio del público y los puede utilizar la persona con discapacidad sin la ayuda de nadie, y “esto nos facilita y nos trasforma la vida, porque uno no se convierte en una carga o en una persona dependiente para los familiares, sino que actúa libremente” dijo Lenín Merino, al recordar que utilizando el control remoto y sin la ayuda de nadie ingresó a la piscina y al hidromasaje, y de esta manera se convierten en personas libres y con autonomía.
Necesidad. A Merino, que ocupó el cargo de vicealcalde de Penipe, no le gusta hablar de discapacidad o de inclusión sino de igualdad, y enfatiza que “en el país hace falta que construyan ranflas y no trampas”. Asimismo, menciona que en las entidades públicas deben construir elevadores eléctricos, porque disponen de los recursos que determinan las leyes de la Discapacidad y la del Adulto Mayor, así como los acuerdos internacionales, es decir, lo que hace falta es voluntad política de las autoridades de turno y de la concienciación de la sociedad, porque se debe pensar en la vida de todos los seres humanos, explicó.
Experiencia. En Indianápolis una persona con discapacidad puede movilizarse con libertad y tranquilidad explicó Merino, quien aseguró que el grupo de personas que desea cruzar la calle puede activar un dispositivo para que el semáforo se ponga en rojo y, así, cruce en completa seguridad la vía, es decir, sin esperar que nadie le ayude, comentó.
Movilidad. Tenemos que aprovechar la tecnología para mejorar la movilidad en la ciudad, no demanda de grandes inversiones sino de la decisión política de las autoridades, dijo Lenín Merino, al anotar las experiencias que vivió en su viaje a Indianápolis, donde se puede movilizar con tranquilidad y seguridad en su silla de ruedas, tiene un proyecto piloto que pondrá en marcha con la ayuda de un técnico de la Espoch.
A saber. La Fundación “La Vida”, de Manabí, hizo la entrega de sillas de ruedas americanas de buena calidad y alta tecnología, las que brindan comodidad y gran durabilidad, y 4 de ellas fueron donadas a niños de la Casa de la Caridad de Penipe. Eso es posible con la ayuda de personas norteamericanas. También gestionó la entrega de cojines antiescaras.
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