Trabajo infantil Riobamba: “Lustro, lustro”, dice “Carlitos” (nombre protegido), mientras toma entre sus manos un cajón de madera que contiene unas botellitas recicladas con tintas de algunos colores, un cepillo y unos trapos que utiliza para trabajar. Tiene sus manos curtidas por el trabajo, manchadas por la tinta negra de la bacerola con la que limpia y saca brillo a los zapatos de la “gente fina”, como él dice; su carita está quemada por el Sol, porque tiene que caminar varias horas para sacar algo para él y su familia… Trabajo infantil, una problemática visible.
Trabajo.
A pesar de su corta edad, “Carlitos” cuenta que tiene que salir todos los días a trabajar porque no puede estudiar, ya que los recursos económicos de sus padres son realmente bajos y tienen que mantener a varios hijos. “Yo tengo que trabajar para ayudar en algo en mi casa, y no puedo estudiar porque no tengo tiempo ni tampoco los aparatos para entrar a las clases, tengo hermanitos menores y necesitamos para comprar comida”, afirmó lleno de convicción el muchacho.
Esfuerzo.
Otra historia parecida es la de “Eduardo”, un niño de 10 años que se levanta desde muy temprano para vender mascarillas y alcohol por toda la ciudad, además que ayuda a su adorada madre, la que padece de cáncer. “Ayudo a mi mamita a vender las mascarillas, porque tiene cáncer”, dijo. El pequeño también tiene problemas para acceder a la educación, ya que no posee internet en su casa, ni las herramientas electrónicas para ingresar a clases; pero, a pesar de los problemas, el chico se las arregla para continuar con su educación. “Mi profesora me manda imprimiendo los deberes y yo tengo que hacer a mano para luego entregar el portafolio”, refirió el pequeño “Eduardo”.
Riesgo.
Lamentablemente, estos cuadros se repiten en varios niños en la ciudad, a los que se los puede encontrar en las calles, parques y semáforos vendiendo o pidiendo alguna colaboración para ganarse algo y, así, llevarse al estómago algún alimento, y muchos de los pequeños corren el riesgo de tener un accidente mientras caminan entre los autos, y el riesgo es doble cuando no tienen la supervisión ni el acompañamiento adulto, pues, se pueden perder o hasta los pueden secuestrar.
Situación.
Carmen Samaniego, ciudadana riobambeña, contó que la situación ha ido empeorando y que ella ha visto últimamente a muchos niños vendiendo en los semáforos y parques. “La crisis económica que ha atravesado el país, debido a la pandemia, nos ha golpeado a todos, sin embargo, nadie se pone a pensar en las familias pobres que vivían del trabajo del día; ahora, que han despedido a gente y todo se ha complicado, hasta los niños han tenido que salir a trabajar en las calles porque, de lo contrario, se mueren de hambre; veo a muchos niños en los semáforos, en sitios peligrosos y hasta altas horas de la noche, exponiéndose a toda clase de peligros; esperemos que este nuevo gobierno haga algo, porque el anterior condenó a nuestros niños a la pobreza”, concluyó la mujer.
Oficial.
Gonzalo Ruales, director distrital del Ministerio de Inclusión Económica y Social en Chimborazo, explicó que en la provincia, según los datos estadísticos, esta problemática se encuentra en un alto porcentaje. “Los resultados de una encuesta que se ha realizado sobre el trabajo infantil nos indican, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, que se establece que el 8.56 por ciento de los niños, niñas y adolescentes realizan actividades de trabajo infantil, de los cuales el 62.8 por ciento son hombres y el 32.7 son mujeres, el 15.5 por ciento de niños está en condición de trabajo infantil en zonas rurales y, como vemos, es un porcentaje realmente considerable, pues, el 56 por ciento de esta población realiza actividades que son consideradas peligrosas y, por lo tanto, prohibidas”.
Intervención.
El director distrital del MIES afirmó que la dirección ha venido interviniendo esta problemática a través de convenios interinstitucionales. “El MIES, como institución, realiza convenios con entes, gubernamentales, como son los GAD’s municipales y parroquiales, como institución y a través de la Dirección Distrital; nosotros recomendamos fortalecer la coordinación interinstitucional e intersectorial para, de esta manera, establecer estrategias conjuntas que permitan respuestas oportunas para prevenir la realidad local y erradicar la mendicidad y el trabajo infantil”, puntualizó el funcionario.
Realidad.
La realidad de los niños es complicada al momento, los que deseen colaborar ante esta dura situación pueden encontrarlos en los parques Sucre, Maldonado y Guayaquil, y en los semáforos de las vías del centro de la ciudad…