En el Ecuador era un delito ser homosexual. El 25 de noviembre de 1997 se aprueba la despenalización de la homosexualidad por el extribunal constitucional. A pesar de aquello, al momento de su despenalización, se tomaron argumentos en los que se iban en contra de la dignidad de las personas de esta comunidad. El tribunal habría manifestado que no sería beneficioso para la sociedad que los homosexuales sean condenados a prisión porque las cárceles crean “un medio ambiente propicio para el desarrollo de esta disfunción”. Trabajaría por la comunidad LGBTIQ+.
Asimismo, buscando la “protección de la familia y de los menores”, se exigió que esta “no sea una conducta socialmente exaltable”. Es decir que, en el pasado, hace 25 años, no se podría hablar de las personas de la comunidad LGBTIQ+ como personas sujetas a derechos, ya que desde 1938, el Código Penal de esa época condenaba a la homosexualidad con cuatro a ocho años de prisión. En el presente, el 18 de mayo de 2016, el Consejo Nacional Electoral firmó un acuerdo con la Federación Ecuatoriana de Organizaciones LGBTIQ+. En el documento, se estipula que se propiciará, “mediante el Instituto de la Democracia, una línea editorial que reflexione y proponga desde el análisis político electoral los desafíos y oportunidades de los colectivos LGBTI en el ámbito electoral”.
¿Qué opina del ejercicio político en el Ecuador?
Con esta pregunta recuerdo a una escultura que exhibieron en la Casa de la Cultura. En ella se veía a la Justicia amarrada, “Salven a la Patria”, recuerdo que se llamaba. Esa es la realidad del país. Hay pugna de poderes, la corrupción está peor que un cáncer, arraigada en la sociedad. También, el ejercicio político ecuatoriano está lleno de desidia, de un ‘quémimportismo’ por parte de toda la sociedad, que parece evidenciar que no queremos a nuestro país. No hacemos nada, pero pienso que sí está en nuestras manos generar un cambio, con una actitud de rebeldes y revolucionarios. Tenemos que ser distintos a esos discursos que nos decían que ya es hora del cambio. Pero, más de 15 años no ha cambiado nada. En realidad, lo importante sería saber cómo vamos a curarnos de este cáncer.
¿Por qué considera que se da esta realidad?
Considero que todo esto se genera por los intereses personales. Yo he visto que hay veces en las que se venden porque en campaña te ofrecen un puesto. Pienso que nos hemos considerado tan no merecedores de cosas que de las migajas que nos dan hacemos grandes banquetes. Pienso que tampoco tenemos orgullo. La verdad es que, si somos así de egoístas, no puede salir nada bueno de esto.
¿Se han utilizado las causas LGBTIQ+ para ganar votos en las urnas?
No, yo no lo he visto. He visto abandono total. Ni en campaña, ni en tiempos normales. Probablemente, por estar tan concentrada en mis asuntos, se me pasó por alto esta posible situación. Yo no he visto que venga ningún político que diga: “bueno, para la comunidad tenemos esto. Tal vez mañana les pediré su voto”. Pero, hay que tomar en cuenta que, ni con voto y sin voto se han acercado. Hay un abandono total.
¿Si fuera una autoridad pública en dónde se desempeñaría mejor?
Yo no me proyectaría en la más alta dignidad, porque si nos vamos a la cabeza, nos vamos a asustar, porque ahí no piensa la cabeza, sino los que están al lado. Probablemente, me proyectaría a un ministerio, por ejemplo, el Ministerio de Salud Pública. Aunque, de manera general, aquí en Riobamba, tomando en cuenta el abandono que existe con respecto a la comunidad, cualquier sector público, podría ser beneficioso para nosotras. Pero, en la salud, siento que la posibilidad sería primordial
¿Por qué derechos de su comunidad trabajaría como autoridad pública?
Para la mujer trans, para las personas trans es muy difícil, incluyendo a las personas no binarias e intersex. Como está todo normalizado, mientras tengas una apariencia, sea hombre o mujer “estás bien”. Hay otros grupos anti derechos que mencionan que nuestra presencia estaría adoctrinando a la gente. Se está impulsando, también, los casos abandonados porque no se reclamaban las muertes violentas de las personas trans. Se está trabajando, también, para que generar cupos laborales para las personas trans. Ha habido un pronunciamiento por parte del sector privado. El Estado y lo público, para nosotras, Nos tiene en total abandono.
¿Qué cree que haga falta para mejorar el país?
Falta visibilizar a la diversidad. Ya no es el tiempo en el que esto era ilegal. En Riobamba hay bastante que caminar y cambiar.