El barrio Villa María de Riobamba es el escenario donde se concentran los trabajadores informales, aquellos que no tienen un trabajo fijo. Como Juan, de 45 años, padre de dos hijos, uno en la escuela y otro en el colegio.
Él vive del trabajo ocasional, pintando casas y colocando pisos, aunque en proyectos pequeños, ya que si son de gran magnitud tendría que invertir en una máquina cortadora, lo cual implica un costo elevado.
Cerca de 60 trabajadores informales esperan una oportunidad
Este lunes 26 de febrero, Juan salió a las 08:00 a Villa María en busca de trabajo. Sin embargo, la sirena del colegio Maldonado sonaba anunciando las 12:00 horas y aún no había conseguido trabajo.
«Esto es pura suerte, no siempre se encuentra, pero uno tiene que aventurarse porque la familia depende de mi labor», dijo el obrero, al señalar que la gente no confía en los trabajadores de la calle debido a la inseguridad; las personas que contratan tienen miedo de ser perjudicadas.
En el lapso de 40 minutos, llegaron dos interesados en contratar personal, pero solo uno de los 60 obreros que se encontraban en el sitio consiguió el ansiado trabajo.
La decepción por la falta de oportunidades laborales lleva a que algunos se reúnan en grupos de dos o tres y se dirijan a un lugar desconocido a tomar un trago, pero al final del día se quedan «sin pan ni pedazo» porque no consiguen trabajo, y lo poco que tienen lo invierten en alcohol y tabaco. Otros optan por jugar a la baraja, donde más pierden que ganan.
Dura realidad y desesperación de los trabajadores informales
Por su parte, Humberto Sánchez, de 53 años y padre de seis hijos, ha trabajado tres años cuidando carros en el mismo barrio. Él asegura que todos los días hay personas que buscan trabajo y al terminar el día regresan sin nada, esa es una dura realidad.
Cuando se estaciona un vehículo, todos se acercan para ver si les ofrecen trabajo, pero luego regresan a seguir esperando una nueva oportunidad. Por la desesperación, tienen que aceptar lo que les ofrezcan, ya sea trabajo por contrato o jornal diario.
Los trabajadores salen por la mañana con su mochila, donde llevan las herramientas básicas para ejecutar trabajos de albañilería, fontanería, carpintería, pintura en viviendas, entre otros.
La tasa de desempleo cerró en diciembre de 2023 en 3,4%, mientras que el subempleo llegó al 21,2%; ambos indicadores subieron, según el INEC.
«En Chimborazo, la principal actividad económica es la agricultura y la ganadería, representando el 64,75% del sector primario. La migración del campo a la ciudad genera problemas.»
Lea también: