Luego de dieciocho días de paralizaciones, en la Terminal Terrestre se evidenció la presencia de ciudadanos que quedaron atrapados en la “Sultana de los Andes”, los mismos que esperaban, deseosos, retornar hasta sus hogares para encontrarse con los suyos. Por otro lado, los transportistas buscan reactivarse luego de no haber podido trabajar todo este lapso de tiempo. ¡Terminal está activa!.
Problema. Al respecto, el transportista Luis Heredia manifestó: “hecho pedazos el transporte con los 18 días de paro, recién estamos reactivándonos para ver si se hace alguna cosita”, agregando que tiene deudas por pagar, por ello es lo que realmente está preocupado.
Dudas. Por otra parte, señaló que aún las empresas están viajando con incertidumbre debido a que hay vías que no han sido habilitadas. “El paso para Guayaquil hasta las 23:00 horas, que vine, estaba tapado, puro palos, piedras, tierra… estaba hecho pedazos la vía, quizás hayan limpiado, no sé, voy a aún con ese miedo; igual, de repente algunos clavos; no hay que estar seguro porque siempre hay escombros en las calles”, manifestó preocupado.
Pérdidas. Heredia indicó que durante los dieciocho días de paro ha perdido al rededor de 3.500 dólares, señalando que solo trabajando podrá el sector transportista reactivarse. “Solo pedir a Dios para que a mí, y a todos los compañeros que estamos en el transporte, nos ayude”, anotó.
Testimonio. Por su lado, el ciudadano Alberto Flores, un riobambeño que vive con su familia en Santo Domingo, dio a conocer que se quedó atrapado por el paro. “Soy policía jubilado, vine a visitar a mi madre y a mi hermana”, pero, cuando quiso retornar le llegó la noticia -por parte de su hermano- que iba haber el paro el 13 de junio.
Su realidad. “Justo iba a viajar a la medianoche, pero no lo hice y me quedé aquí; de gana me iba arriesgar”, quedándose así hasta que la situación cesara. “En Santo Domingo está mi señora y mis hijas, nos mantuvimos comunicados gracias al teléfono, hacíamos vídeollamada, pero, antés, conmigo no ha pasado nada porque me mantuve en la casa de mi familia y no salí”, puesto que -a su criterio- si apoyaba a una postura u otra le podían quitar su pensión.
Temor. “Yo no podía estar a favor de nada ni nadie”, enfatizó, señalando que por una parte estuvo bien que el sector indígena haya hecho el paro, porque “tienen derecho de reclamar las cosas”. Pero, a pesar que aún tiene temor decidió viajar donde su familia. “Gracias a Dios me estoy yendo”, anotóa