El Ministerio de Educación de Ecuador ha tomado la decisión de suspender las clases presenciales en los establecimientos educativos situados en las proximidades de cárceles a nivel nacional.
Esta medida, anunciada a través de un breve comunicado en redes sociales, busca precautelar la seguridad de las comunidades educativas en medio de la creciente ola de violencia y ataques terroristas que ha afectado al país desde el 8 de enero de 2024.
El comunicado señala que las coordinaciones zonales y direcciones distritales han colaborado con la Policía Nacional y las Gobernaciones para evaluar el riesgo en las unidades educativas. Sin embargo, no se proporcionaron detalles específicos sobre cuáles y cuántas instituciones educativas estarían en riesgo y se verían obligadas a adoptar el sistema de educación «no presencial».
El Ministerio destaca que esta medida es considerada «temporal y focalizada», afectando a «algunos establecimientos educativos, especialmente aquellos ubicados en las cercanías de los centros de privación de libertad». Con 35 prisiones operando en diversas provincias y una población carcelaria que ronda los 39,000 presos, la situación representa un desafío significativo para las autoridades y plantea la necesidad de salvaguardar tanto la integridad de los estudiantes como la estabilidad del sistema educativo.