El suicidio de un adolescente de diecisiete años, que se dio el dieciocho de septiembre del presente año en la parroquia Licán puso en alerta a la comunidad, más cuando se dijo que el joven que tomó la fatal decisión de quitarse la vida pudo haber tenido problemas, personales y que incluso haberse dejado influenciar por un vídeojuego.
Análisis. Manuel Martínez, especialista en Derechos Humanos, sostiene que el suicidio es un tema poco tratado en el Ecuador, “pero, según la información que se ha ido levantando por parte de algunas organizaciones, el suicidio se ha vuelto un problema muy serio, porque el aumento de suicidios en adolescentes va creciendo. Este tema evidencia que hay serios problemas en algo que hay una cierta despreocupación, que es el tema de la salud mental, pues, no hay los servicios requeridos para enfrentar este fenómeno, que tiene que ver mucho con pobreza y violencia”, indicó.
La violencia sería un tema determinante para que un adolescente tome la decisión de quitarse la vida, y si a ello se suma una serie de carencias afectivas, materiales y económicas, el desenlace sería siempre fatal. “También la cuestión es que poco se ha investigado en lo que tiene que ver con las relaciones con nuestra niñez y adolescencia, además que los centros educativos no son capaces de ir detectando lo que puede estar pasando”.
Lo cierto es que en torno al suicidio hay un problema social muy grave que se presenta en el país y “que requiere de manera inmediata que las respectivas autoridades y la propia sociedad lo asuman con la gravedad que este tema tiene, y comencemos a reflexionar sobre esta situación, y la necesidad de ciertos servicios y de apoyo familiar”, indicó Martínez.
Tras el suicidio del joven en Licán, se investiga si en realidad los vídeojuegos son influyentes para tomar esa decisión. “Lo que pasa es que nuestros adolescentes están viviendo en un mundo tan complejo y cambiante, y estos juegos, que tienen esas estructuras violentas, deshumanizadas, donde la vida y la muerte pierden un poco sus límites, y si ese adolescente no tiene el respaldo familiar, se complica la situación y puede ser influyente”, argumenta.
De su lado, Ilse López, madre de familia, dice que ningún adolescente es inmune al suicidio. “Algunos factores pueden hacer que algunos adolescentes sean más vulnerables que otros. A muchos de nuestros jóvenes les toca hacer frente al estrés de ser un adolescente, a enfrentar los rechazos, los fracasos, las rupturas, los antecedentes de maltrato y abusos físicos, psicológicos, sexuales, o los problemas familiares, depresión, pérdidas o conflictos que involucran amigos, familiares o muchas veces por causas de embarazo o una infección sexual”.
Provincias con más suicidio
En las provincias de Galápagos, Zamora Chinchipe y Cañar se registra el mayor número de suicidios de adolescentes, según el Observatorio Social de Ecuador.
Situación. El 26 por ciento de los adolescentes que toman la fatal decisión son indígenas y en segundo lugar están los mestizos, con un 21 por ciento. El país tiene tres provincias que sobrepasan el promedio nacional de 10 por cada cien mil habitantes. En Galápagos llega al 25,54%, en Zamora Chinchipe a 20.7% y en Cañar al 17%, en esta provincia en particulares por la migración.
Los casos se están incrementando en hombres y mujeres de doce a diecisiete años. De acuerdo con datos del Instituto de Estadísticas y Censos (INEC), el año pasado 108 adolescentes se suicidaron, y por cada uno que murió 40 lo intentaron, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Durante la pandemia del virus Covid-19, una niña de 9 años se suicidó en Loja, el 9 de mayo; ella estaba sola con sus hermanos y no había comido durante tres días. Tampoco están exentos del suicidio las niñas y niños menores de doce años.
En la ciudad de Riobamba, en lo que va de la emergencia sanitaria se han suicidado dos adolescentes, uno de 14 años de edad, caso que se presentó en la parroquia Químiag y otro menor de 17 años de edad que se suicidó en Licán. El suicidio en los niños esconde los abusos sexuales, físicos y emocionales, embarazos no desea- dos, aislamiento y rechazo social. La soledad de la mi- gración, el bullying escolar y redes sociales, entre otros factores, señala la estadística. Es de anotar que estaría en desarrollo un plan de salud mental en el Ecuador.