“Todo está caro y ya no alcanza el mismo dinero para todo lo que sabía comprar”, indicó preocupada Graciela Vallejo, quien hacía las compras para el almuerzo en el mercado de San Alfonso. Pero este comentario no es único de esta usuaria del mercado, sino de todos, ya sean compradores o vendedores. Es por ello que la ciudadanía está inconforme por subida de precios.
Datos. Según datos del Instituto de Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), en el mes de abril de 2022 el precio de la canasta básica se ubicó en $728.68 con 1,60 personas que perciben el salario básico de $425; siendo la canasta básica un conjunto de bienes que satisfacen las necesidades elementales de la población.
A considerar. Clara Elena Pallo, vendedora en el mercado de San Alfonso, apuntó: “con un presupuesto de 10 dólares en las compras para la semana a duras penas alcanza para comprar lo básico, como: tomate de carne, zanahoria, cebolla colorada y blanca, alverja y limón, solamente por decir algunos productos”. Y al preguntarle ¿por qué los productos están caros? manifestó: “el productor no abastece la demanda, además ya no siembra porque los insumos están caros y cuando pasa esto ya no hay productos y, por ende, todo sube”.
Detalles
Explicación. Marcelo Méndez, consultor político, apuntó una de las causas por las que hay un alza en los precios: “existen dos factores, uno de ellos es la guerra, que es un componente especulativo porque elementos tan básicos, como el trigo, están sufriendo una merma en provisiones, como los fertilizantes, porque tanto Rusia como Ucrania son participantes importantes en el mercado entre el 15% y el 16%, afectando al mercado que tenía un 100% y ahora solo tenemos una participación de 85%; hay menos oferta y por reglas básicas de la economía se reduce la oferta e incrementan los precios”.
Causas. Méndez, en el mismo sentido, añadió que el problema es logístico: “otro factor es el transporte desde China, muchísimos productos manufacturados que se venden en el mundo vienen desde este país. Este país asiático tiene una actitud infantil con respecto a la pandemia, manteniendo una política de cero casos de contagio por la pandemia de la Covid-19 y establecer un confinamiento; al cerrarse una ciudad como Shanghái, con 25 millones de habitantes, que no produce y genera el desabastecimiento y, para complicarlo más, el transporte se ha encarecido de forma risible y la movilización de los productos no tiene la velocidad que queremos, es decir, si antes un contenedor de productos costaba $1.500 o $1.800 ahora costará $ 20,000 o $ 25.000, considerando que no vendrá rápido y la mercadería llegaba en 2 meses, pero ahora demora seis en llegar y esto ocasiona una inestabilidad que va afectando”.
Combustible. El consultor político aseveró: “a todos estos problemas súmele el precio de la gasolina por consecuencia de la guerra, subiendo a valores tan altos que sí tienen incidencia, no solo en la gasolina sino los demás productos relacionados al mantenimiento de los vehículos o los plásticos que están hechos con petróleo y se usan día a día; si los costos operacionales de transporte y logística suben, están en la necesidad de elevar ciertos precios de varios costos para poder compensar”.
Problemática. Con los precios hay dos fenómenos en el manejo de stocks, que depende del inventario, por ejemplo, destacó Marcelo Méndez: “el manejo de stocks, esto depende del inventario, si compré el producto antes de la subida de los precios podré venderlos al valor anterior, pero sino no tengo inventario tendré que comprar con los nuevos precios, lógicamente lo venderé con otro valor, este fenómeno tiene una explicación; es difícil para el comerciante comprar algo caro y de pronto bajo el precio y venderlo, eso representa pérdida”.
Estamos en una economía de guerra, y adaptarse a estos cambios, haciendo valer nuestro dinero hará maravillas en los bolsillos de cada una de las familias del país y el mundo.