Ecuador ha logrado hacer lo que en ninguna otra olimpiada ha hecho, como conseguir tres medallas: dos de oro y una de plata. Si bien la mayoría de ecuatorianos festeja, existe una realidad preocupante. El primer deportista en lograr la medalla de oro en Tokio fue Richard Carapaz en ciclismo. Son de oro a pesar del poco apoyo.
En la primera entrevista que dio luego de llevarse la presea dorada manifestó que esa medalla le pertenece a él y a las personas que le apoyaron. Recordó que en el Ecuador nadie creía en él y eso provocó que se tenga que ir a preparar a otro país. A partir de ese momento las denuncias sobre la falta de apoyo a los deportistas ecuatorianos no se detuvieron.
Marina Pérez que competía en tiro olímpico denunció que no llegó con entrenador y que las armas con la que debía participar eran viejas y no las más adecuadas. Juan Caicedo, primer ecuatoriano en clasificar para competir en la disciplina de lanzamiento de disco, declaró que no tuvo apoyo, que viajó sin un entrenador además de lesionado, situación que no le permitió poder desempeñarse como esperaba y que hasta no tenía uniforme.
A todos estos deportistas también se une lo que ha tenido que pasar por años Neisi Dajomes, quién se coronó como la reina de la halterofilia mundial. Su entrenador Walter Llerena, quien la preparó desde que era niña, comentó que la primera mujer ecuatoriana en ganar una medalla de oro en levantamiento de pesas ha sufrido un verdadero maltrato por parte de la Federación de esta disciplina, pero que por su carácter y su temple nunca se dejó vencer.