Con referencia a la coyuntura que se analiza, existen varios términos que se han traído a colación, y entre ellos se puede encontrar a la agronomía, el cambio climático y, también, el consumo responsable; pero, no hay que olvidar que la acción del hombre, a su paso, deja bastantes desechos, los cuales se tardan en descomponer, esto a pesar del paso inexorable del tiempo, y es por ello que varias organizaciones dan sus consejos y perspectivas para generar una correcta gestión de los residuos que se generan a nivel personal o familiar. Así, el ingeniero agrónomo Paúl Solís nos comenta cuáles son las consecuencias que ya se están palpando gracias a la acción del hombre sobre la naturaleza, pero también ofreció varias alternativas para atenuar su impacto. Sobre el ambiente: NO HAY SENSIBILIDAD.
A la fecha, ¿Usted considera que se respetan los derechos de la naturaleza o es un mero discurso?
Efectivamente, creo que los derechos de la naturaleza son circunstancias que están reconocidas en un mandato constitucional, es por ello que existe todo un marco normativo y legal que reúne ese tipo de derechos; pero, creo que falta bastante de sensibilidad por parte de la ciudadanía. En primera instancia se debe empezar a generar esto desde el espacio en el que uno convive con su familia, allí puede empezar el proceso de sensibilidad y cuidado con el medioambiente, y debería ser la primera responsabilidad. En efecto, a pesar de todo el marco normativo, también sí creo que falta un poco más de acción que aterrice en planes, palabras y proyectos todo lo que se tiene previsto para el tema del medioambiente. En realidad, éste es un tema de bastante preocupación, hablando lo del no cuidado del medioambiente.
Cuéntenos, ¿cuál es una de las consecuencias de la falta de sensibilidad?
Efectivamente, esto contribuye con la emisión de efecto invernadero, y esos gases de efecto invernadero provocan el cambio climático.
El cambio climático hace que se eleve la temperatura del planeta y, de esta manera, los polos se empiezan a derretir, subiendo el nivel del mar. En otros ecosistemas, por ejemplo, pasa que este aumento de temperatura afecta a la flora y fauna, a la biodiversidad, y esto trae consecuencias negativas bastante graves. Otro ejemplo son los aluviones en Quito. Ahora es casi normal que, en un mismo día, llueva y haga Sol, porque ya no están tan definidas las épocas y estaciones del año.
¿Qué rol debería asumir la ciudadanía?
En primera instancia debe saber que ésta es nuestra casa y la tenemos que cuidar entre todos, desde nuestro espacio, y hay acciones bastante interesantes que podemos ir realizando.
¿Ha visto acciones por parte de las autoridades?
En parte, pero yo creo que falta más sensibilización, y en este proceso creo que es mucho más factible irla creando en los niños, en las escuelas, de esta forma se creará una nueva ciudadanía, una nueva visión del planeta, del mundo y del medioambiente. En realidad, yo creo que se hacen esfuerzos, pero faltan más campañas de sensibilización y saber que, quizás, pequeñas acciones que nosotros podemos hacer nos pueden llevar a grandes cambios. En ese sentido, por ejemplo, es interesante saber sobre cómo se utilizan las luces, cómo lo hacemos en casa, y ahora se analiza este tema porque la utilización de la energía eléctrica hace que también se emitan algunos gases que afectan al ambiente.
Hablando en materia de residuos, a nivel individual, a su juicio, ¿cómo sería una adecuada gestión de residuos en el hogar?
Una adecuada gestión de los residuos es la clasificación de los desechos que generamos en la casa. Es interesante, por ejemplo, todos en la casa tenemos nuestro jardín, maceteros y flores, es importante que vayamos clasificando la basura orgánica y todos los desechos que salgan de la cocina y a través de procesos, no tan complicados, que capaciten a la ciudadanía en esto del compostaje, y así podríamos ir generando nuestro propio abono.
Para finalizar la entrevista, tomando en cuenta la clasificación de la basura, ¿los ecotachos podrían ser otro factor contaminante?
Sí. Realmente sí son un aspecto bastante contaminante. Si volvemos a la pandemia (Covid-19), el mayor temor que tenía, personalmente, era salir a un ecotacho porque éste emana cualquier tipo de líquidos, de olores y gases que, de alguna forma, no dan esa seguridad y, por este motivo, no dan esa garantía de ser de cuidado para el ambiente. Asimismo, hay ejemplos, como en Loja, donde las prácticas de reciclaje son bastantes importantes, e incluso podrían derivar en empresas públicas para lo que es la elaboración de abonos orgánicos.