¿Cuáles han sido las reacciones frente a la eliminación del examen Transformar?, ¿existen más beneficios por parte de los estudiantes para acceder a la Educación Superior? A pesar del anuncio de Guillermo Lasso, la ley estipula que se debe tomar un examen donde se evalúen las capacidades y aptitudes de los estudiantes para acceder a la Educación Superior. Así, la docente universitaria Belén Ávalos Torres manifiesta que se desconoce si esta decisión fue consultada con las universidades o solo responde a un ofrecimiento de campaña de Guillermo Lasso. Afirma que las universidad han sido recortadas de sus recursos.
A su criterio, ¿a qué responde la eliminación de la prueba Transformar?
Si recordamos, este anuncio es uno populista que lanzó Lasso en su campaña. Una de las cosas que quizás más desgastó o desgastaba a los últimos gobiernos fue la cuestión de la Educación Superior y el ingreso a las universidades por parte de los estudiantes. Si vemos datos, también, hay muchísimos estudiantes que demandan y necesitan estudios de Educación Superior, pero las universidades no dan abasto con los cupos. No es solamente de decir que la educación debe ser “libre” para todos y que todos van a estar.
Si revisamos datos en América Latina, no todos los estudiantes, es decir, el 13% de todos los estudiantes, o quienes querían hacerlo, lograban terminar la Educación Superior. Entonces, esta decisión que desgastó a los gobiernos anteriores, y fue una de las promesas de campaña de Guillermo Lasso Mendoza.
Pero la promesa fue eliminar la Senescyt…
Ésta es una de las entidades rectoras que estructura toda la Educación Superior, que era necesaria que exista. Es necesaria, sino ¿quién administra y gestiona todos los recursos para la Educación Superior? Entonces, ahora, yo digo que también es una decisión política —esto de eliminar el examen de ingreso— y populista porque vemos que está muy desgastada la popularidad del presidente.
Ahora toma esta decisión de eliminar la prueba de la Senescyt, pero no es que eso va a lograr que todos ingresen a las universidades. Eso es algo de lo que se está hablando mucho, que se está reflexionando. La eliminación de una prueba no garantiza, para nada, que todos los estudiantes ahora vayan a estudiar lo que desean.
Así las cosas, ¿ahora darían una prueba en la universidad que deseen?
Exacto. Antes era centralizada la prueba. La Senescyt la estructuraba y daba los cupos para enviar a las universidades, según los méritos y los puntajes. Quizás ahí, obviamente, había que hacer cambios. Tampoco es que no hay que cuestionar: la prueba limitaba, en algunas veces, también, el número de cupos. No limitaba lo que los estudiantes querían estudiar.Tampoco es que exista demasiado presupuesto para financiar estos cupos. Ahora, listo, quitamos la central de la prueba, pero mandamos esta misma, y la gestión, a las universidades. Igual, cada universidad tiene que estructurar, y ver de qué manera va a ser la inducción de los estudiantes.
También puede tomar pruebas, puede gestionar lo del preuniversitario, puede ver cómo se nivela a los estudiantes. Pero para hacer todo esto se precisan recursos. Bueno hubiese sido que el anuncio de eliminar la prueba de la Senescyt, haya estado acompañada de un “y vamos a aumentar el presupuesto para la Educación Superior”, pero esto no fue así. Por eso, ésta fue una decisión demasiado populista.
¿Cuáles serían los posibles escenarios que se den cuando se ejecute esta decisión presidencial?
Cada universidad va a gestionar sus cupos. También puede ocurrir lo que ya vimos antes, quizás venta de cupos, y ese es un temor bastante grande. Y más que temor, una posibilidad que existe, porque ¿cómo garantizas que cada universidad gestiona su número de cupos para tantos estudiantes? Quizás, de nuevo, la gente tenga que ir a madrugar, estar en las filas y todo lo que ya veíamos antes. También se podría dar el escenario de cambio de carreras.
La prueba lo que hacía era que, de acuerdo a tus aptitudes, te decían ésta u otra carrera eres apto, y quizás ese fue uno de los errores, porque uno lo que reflexiona es que no debería ser una evaluación generalizada para todos. Para mí lo mejor era haber reestructurado, modificado y mejorado la cuestión de la prueba, y ahora vamos a ver, incluso que, de los pocos recursos que existen, nuevamente vamos a tener estudiantes que están en una carrera, no se adaptan y se vayan. O, de nuevo, también, bajar las tasas de titulación.
¿Cómo se lo tomaron esto los estudiantes?
Quizás este anuncio se lo tomó con algarabía, pero, después, luego lo vamos a ver que no es tan así, porque ya lo hemos vivido en otras ocasiones.
¿Cuál tendría que ser, entonces, la postura de las universidades del país, incluyendo la falta de recursos?
En primer lugar, no se sabe si esta decisión fue tomada consultando a las universidades del país, o fue una decisión populista, o política, viendo su popularidad.
¿Responde también a las exigencias de la Conaie?
Yo no estoy tan de acuerdo de que la Conaie haya salido a celebrar que uno de los puntos era el libre acceso a la Educación Superior. Esto no significa la eliminación de la prueba, y esto es muy incoherente y, quizás, lo tengan que reflexionar ahí dentro.