El Sistema de Estacionamiento Rotativo Ordenado Tarifado (Serot), aumentó sus plazas de estacionamiento, en las calles García Moreno, Ayacucho y Junín, desde el 17 de julio.
Este martes amanecieron pintadas de azul las veredas y las calles, esto significa que pertenecen al Serot, ¿pero esto es en beneficio de la ciudadanía?
Existen varias opiniones al respecto, ya que es una de las problemáticas que afectan a los ciudadanos riobambeños que se movilizan por el centro de la ciudad. El que se amplíe las plazas del Serot también implica que las plazas de trabajo se incremente, con lo cual se ayuda a satisfacer una de las necesidades de la ciudadanía.
Opiniones. Para la ciudadana Rosa Elena Zambrano, “es necesario que existan personas que controlen el estacionamiento y aparte de esto cuiden los carros, para que nosotros podamos realizar nuestros trámites con tranquilidad, y entiendo que se abren muchas oportunidades de trabajo, es por ello que yo estoy a favor de que se amplíe las plazas”.
Por otro lado, Verónica Flores nos dice que “Yo estoy muy en contra, ya que para las personas que trabajamos todo el día se nos dificulta el salir a pagar a cada rato, entiendo que necesiten trabajo, pero para mí es mejor pagar a las personas que ayudan y solo le damos lo que sea nuestra voluntad”.
Daniel Carpio, comenta: “yo trabajo desde las 8 de la mañana hasta las 12, y para mí las horas que el Serot nos da para cuidar el carro no son suficientes, es muy complicado el estar al pendiente de estar pagando a cada rato, pero si el Serot tuviera un mejor sistema de pago, fuera un éxito para los que trabajamos”.
Realidad. Existe otra realidad, y es la que viven las personas que trabajan ayudando a parquear carros en la calle de forma informal, quienes tienen el respaldo y están regulados por la Policía, pero sin embargo, viven con la incertidumbre de lo que pueda pasar con sus plazas de trabajo.
Isabel Cruz es una madre de familia que tiene cuatro hijos y es por ello que no puede regirse al horario del Serot, se dedica a ayudar a estacionar y a cuidar autos. Para Isabel el no saber qué va a pasar con su trabajo es una lucha diaria, ya que mientras más aumenten las plazas del Serot, a ellos les toca salir a buscar lugares donde no se encuentre este servicio.
Isabel nos comentó que, “las autoridades no quieren aprobar nuestro proyecto, entonces yo trabajo a la voluntad de Dios, puede ser que el día de mañana amanezca esto pintado y yo tenga que buscar donde ir a trabajar”.