Seguridad en el Parque La Libertad en Riobamba se ve afectada por constantes borracheras, peleas y delincuencia.
Habitantes del sector cercano al Parque La Libertad, ubicado junto al mercado de San Francisco en Riobamba, han expresado preocupaciones por la seguridad del sector.
El parque, recientemente desprovisto de la cerca que lo mantenía cerrado, es identificado como un punto problemático por la falta de iluminación nocturna.
Según testimonios recogidos, estas personas consumen drogas, toman alcohol, y en ocasiones, protagonizando altercados o robando.
¿Qué dice la gente sobre la seguridad en el parque La Libertad?
Juan Tasi, administrador de una ferretería en la calle Alvarado, destacó la prevalencia del alcoholismo en el área.
Según Tasi, los borrachos que frecuentan el Parque La Libertad a menudo se trasladan a la esquina entre Guayaquil y Alvarado, donde pueden pasar la noche al aire libre.
A pesar de los llamados de los vecinos a la Policía Nacional, los problemas persisten, ya que los individuos dispersados tienden a reunirse nuevamente en el sector de Villamaría.
Además, mencionó incidentes de robo de partes de autos durante los fines de semana, atribuidos a personas bajo los efectos del alcohol.
Lautaro Balseca, comerciante del mercado San Francisco, comentó que, el parque es un lugar tranquilo durante sus 60 años vendiendo en el sector.
Farid de Ortega, residente de la zona intermedia entre La Libertad y Villamaría, planteó que la presencia de múltiples cantinas en las cercanías podría contribuir al problema.
Asimismo, criticó la falta de iluminación adecuada en el parque durante la noche, alegando que esto fomenta un ambiente inseguro para los transeúntes.
Mario Busto, otro habitante del área, expresó su frustración por la falta de acción para abordar estos problemas.
Recordó que en décadas anteriores el parque no tenía cerramientos y no existían tales preocupaciones, lamentando el problema.
Problemas que persisten en el parque
Además de estos problemas, los residentes han señalado que el parque se ha convertido en un basurero público.
Los bordes del parque están llenos de desechos, lo que hace que caminar por el área sea desagradable y poco higiénico.
Esta situación ha generado molestias adicionales entre los residentes y visitantes del sector.
Las autoridades locales son llamadas a intervenir, aunque algunos residentes sienten que las medidas hasta ahora no son suficientes para resolver la situación.
La comunidad espera que se implementen mejoras significativas, como una adecuada iluminación y una presencia policial más activa, para restaurar la seguridad