Esta semana, el ejercicio de la comunicación está en coyuntura a nivel nacional, pues, con las reformas planteadas por la Asamblea varios analistas aseguran que se está atentando contra la libertad de expresión. Pero, ¿ésta, también, no podría ser una oportunidad para ser autocríticos con la manera de llevar el oficio? Y Karina Marcatoma, comunicadora social, responde aquello.
¿Cómo ve el trabajo de los medios de comunicación a nivel nacional?
Tocar el tema de la Ley Orgánica de Comunicación es fundamental para nosotros como comunicadores, y como medios. En primer lugar, una Ley de Comunicación es fundamental para regular, básicamente, a los medios y a los periodistas, esto porque no tenemos el libre albedrío de opinar o de señalar cosas sin fundamento; entonces, ahora, cuando vamos a los medios, creo que hay muchas cosas que analizar e investigar. Elementos que pueden ser, incluso, para análisis y crear artículos científicos. De hecho, como se mencionaba, no es que los medios de comunicación se rigen o hacen el uso correcto de fuentes o de la contrastación de la información.
¿Nos podría dar un ejemplo de aquello?
Yo recuerdo que me quedé en shock cuando finalizó el paro. Recuerdo que todos los medios publicaban que se acabó el paro. Y uno de los medios que publicó, en primera instancia, fue El Comercio, y de ahí vino toda la ola de publicaciones que afirmaban que la paralización habría acabado; sin embargo, solo se quedaron algunos medios de comunicación, entre ellos uno digital, el que decía que aún no se acaba el paro. Incluso fue la fuente oficial de la Conaie. Entonces, desde ahí es como que aún caemos en esto que siempre se ha cuestionado desde la academia, que es la primicia. Creo que aún caemos en eso, y nos falta aún mejorar. Nos falta ser un poco más éticos con la profesión que hacemos; pero esto lo analizo desde la perspectiva del periodista, de cómo trabajar de manera correcta.
¿Cuál sería otro punto de vista al respecto?
Cuando uno empieza a analizar desde el punto de vista de la empresa de comunicación lo que se quiere es la primicia, esto porque ellos se deben al número de visualizaciones; entonces, la primicia tiene que ser, sino no hay audiencia. Entonces, creo que ya es como ponerte a reflexionar en qué lado estás: si eres periodista o eres empresario, de lo que hay diferentes visiones, y nunca se van a llevar las dos ideas.
¿Por qué cree que se ha generado cierta estigmatización hacia el trabajo periodístico estos tiempos?
Me voy a enfocar más en el tema de mi tesis, porque sí cuestiono esto de qué está pasando con los medios y cómo se desarrolla esto de realizar la comunicación. Creo que estos tiempos una de las apreciaciones que yo hago es que la comunicación en los medios viene a ser como que más transmitida que compartida.
¿Qué se puede interpretar con aquella afirmación?
Hay una autora que nos menciona, sobre todo en la comunicación radiofónica, que la comunicación debe ser más compartida que transmitida; es decir, compartida en el punto de yo dominar su idioma, yo establecerme como parte de la audiencia. Es más la postura de que yo comparto algo hacia ti, con la misma lengua o las mismas creencias. Este aspecto porque la comunicación emana todo. Yo creo que lo principal que pasó en este paro y, reitero, es cuestionarse ¿por qué somos los enemigos de un bando y de otro? Somos los enemigos del Estado porque, supuestamente, no difundimos bien los contenidos. También somos enemigos de los pueblos y las nacionalidades indígenas porque tampoco contextualizamos con la versión de ellos. Entonces, en realidad, el periodista termina siendo el enemigo. Yo, en cambio, decía que el único camino quizás sea validar lo que nos dice la ley vigente.
¿En qué artículo?
En el artículo dos nos manifiesta que el idioma oficial será el Español, pero los idiomas interculturales son el Kichwa y el Shuar; entonces, ¿qué está pasando con las personas que nos cuestionan y nos señalan diciendo que no hacemos bien nuestro trabajo? Tomando en cuenta que en estas circunstancias se generan agresiones, como en las movilizaciones anteriores. Creo que deberíamos primar en el uso de las lenguas originarias y el Español, para que ellos se den cuenta que también estamos haciendo uso y dando la información contextualizada, contrastada en su idioma. Creo que, igual, más allá de eso, sí hay que manejarse en dos lenguas, como mínimo.
¿Crees que la autorregulación de los medios es suficiente para producir contenidos de calidad?
Considero que dejar a libre albedrío a los medios tampoco sería bueno; en realidad, volveríamos a lo que se decía en las noticias, volveríamos a los de antes. A esas lógicas en las que establece el medio lo que es real y, tal vez, no haya, tampoco, esa contextualización, o validación de fuentes. La información, de esta manera, seguiría siendo fragmentada. Ahora solo se presentarían las fuentes, los testimonios de quienes ellos consideren oportuno; entonces, nadie se va 100% a la verdad, aunque haya acercamientos. No estoy de acuerdo en que los medios tengan el poder de decir “esto sí” y “esto no”.