El pogyo del Taita San Andrés, en San Juan, fue el sitio elegido por los yachaks y mamas de Chimborazo para celebrar el Sisay Pacha Raymi. Ese festejo marca el inicio de las celebraciones del Pawkar Raymi en la cultura andina. Ritual del Sisay Pacha.
Fiesta. Juan Carlos Huaraca, presidente de la Casa de la Cultura de Chimborazo e investigador cultural, afirma que esa celebración se cumple para agradecer a la Pacha Mama por los granos tiernos y el florecimiento en las chacras. La fiesta tiene una connotación espiritual, de unidad y de reciprocidad.
La celebración, que suele incluir rituales, cantos y bailes tiene más visibilidad en parroquias como Flores y Pungalá, pero se realiza en casi todas las comunidades indígenas de la provincia como parte de la agenda de festejos por el Carnaval.
“El Sisay Pacha es el inicio del florecimiento, es el tiempo de agradecer por la fertilidad femenina, los frutos y los granos tiernos”, explica Huaraca.
Ceremonia. El ritual del Sisay Pacha se cumplió este año sin público. En la ceremonia solo participaron los gestores culturales más allegados a la comunidad y los integrantes del consejo de yachaks y mamas que en años anteriores fueron electos como personajes de los Carnavales por la Vida.
“Los taitas prefirieron hacer una ceremonia íntima, sin fotos ni celulares, porque en los últimos años estas tradiciones se han folclorizado de tal forma que se irrespeta su significado espiritual”, afirmó Huaraca.
Él contó también que en la ceremonia se reanudaron compromisos y se tomaron nuevas decisiones sobre la participación del consejo de sabios. Ellos, a partir de ahora formarán parte de un consejo de cunadores y trabajarán por la difusión de otras celebraciones andinas además del Pawkar Raymi.
Celebración. Los festejos concluyen el 21 de marzo, cuando las culturas andinas celebran el año nuevo andino. Ese día coincide con un evento astronómico que ocurre solo una vez al año, la tierra alcanza su punto de máxima cercanía al sol.
En la cultura andina esta celebración se denomina Mushuc Nina, y está acompañada del ritual de inti watana, que consiste en amarrar simbólicamente al sol. Los yachaks explican que la energía que irradia la Pacha Mama en esta temporada es ideal para realizar baños energéticos y de purificación espiritual.