Cristian, un niño de 10 años, sueña con un juguete esta Navidad mientras trabaja vendiendo fundas y pulseras en las calles
Cerca del Corcel Negro, de Riobamba, la Navidad no tiene luces brillantes ni regalos bajo el árbol. Allí, Cristian Zambrano Gómez, de apenas 10 años, pasa sus días vendiendo fundas de basura y pulseras junto a su madre, Noemí.
Llegaron hace tres meses desde Machala, dejando atrás a sus hermanos y su hogar, en busca de una vida mejor, aunque lo que encontraron fue muy distinto.
Para Cristian, la Navidad no significa esperar a Papá Noel. Él pasa las noches soñando con un simple juguete de policía, mientras durante el día camina ofreciendo sus fundas de basura.
“¿Qué harías si te presento un policía?”, le pregunto
Con timidez, responde: “Que me enseñe, porque quiero ser como ellos cuando sea grande”.
Su sueño no es tener una consola de videojuegos o un teléfono, como muchos niños de su edad.
Su ilusión es sencilla, pero profunda, un juguete que lo acerque a la idea de ser alguien que proteja y ayude a los demás.
Una Navidad sin regalos
Mientras otros niños esperan ansiosos sus regalos o disfrutan de cenas familiares, Cristian vive una realidad muy distinta. Cada día, él y su madre logran ganar entre cinco y diez dólares si tienen suerte.
Cristian no se queja, pero sus ojos cuentan una historia de sacrificio. «Me gustaría que la gente, si me ve, me compre algo así puedo ayudar a mi mamá«, dice.
Noemí, a su lado, explica que tiene otros cinco hijos repartidos en Machala, Los Ríos y Huaquillas.
¿Cómo es vivir la Navidad en las calles de Riobamba?
La respuesta no está en palabras, sino en la mirada de este niño que no pierde la esperanza.
Vender fundas y pulseras en una esquina no es fácil, y mucho menos cuando el frío de diciembre cala en los huesos, pero, a pesar de todo, Cristian sonríe.
No tiene árbol, luces, ni regalos, pero sueña con que algún día las cosas sean diferentes para él, la Navidad no es una época de recibir, sino de trabajar más para intentar tener algo.
Según los resultados, de todos los niños, niñas y adolescentes que residen en la zona rural, el 15.5% trabaja, frente al 4.3% de la zona urbana.
Si lo ves, ayúdalo
Si estás por Riobamba y ves a Cristian vendiendo en las calles, no dudes en acercarte. Comprar una funda o una pulsera no solo ayudará a su economía; también le dará esperanza y una razón más para seguir soñando con un futuro mejor.
Este diciembre, recuerda que la Navidad también es compartir con quienes menos tienen. Y para Cristian, incluso el gesto más pequeño puede significar todo.