Un año después del mega asentamiento en el sector de La Armenia, en Chunchi, catorce familias continúan en hogares acogientes. Entre tanto, las zonas aledañas al sector del desastre siguen considerándose sitios de alto riesgo debido a que el deslizamiento continúa activo. ¡Riesgo latente en La Armenia!.
El asentamiento, ocurrido el 12 de febrero de 2021, ocasionó el represamiento del río Guatagsí y un alud de gran magnitud que destruyó el poblado de Chanchán. Además, se perdieron 30 viviendas y más de 150 hectáreas de potreros para ganadería y cultivos, dejando cuantiosas pérdidas materiales.
Riesgo. Nuevas fracturas en la corteza terrestre aparecieron en en las zonas aledañas al deslizamiento, por lo que técnicos del Servicio Nacional de Gestión de Riesgos (SNGRE) y geólogos visitan constantemente la zona donde ocurrió la emergencia. Los últimos informes técnicos que recibió el Municipio de Chunchi muestran un avance rápido del asentamiento, lo que genera preocupación. Una nueva medida de seguridad adoptada por el COE Cantonal es impedir el acceso al sector a personas no autorizadas debido a la fragilidad del terreno.
Alcalde. Walter Narváez, alcalde del cantón, afirma que hay población en peligro. Los barrios periféricos de Chunchi y en especial el barrio La Nueva Primavera, ubicado a unos 15 kilómetros del asentamiento, están situados en una zona de riesgo. En la Nueva Primavera viven unas 500 personas. Allí constantemente se realizan simulacros y la gente recibe instrucciones sobre cómo actuar en caso de una nueva emergencia. Técnicos del SNGRE visitan la zona con frecuencia y continúan entregando víveres a las familias que aún no han podido reconstruir su hogar. “Estamos trabajando para garantizar que la población salga de la zona de peligro. La vida es lo más importante”, dijo Narváez.
Damnificados. Hasta hace poco una parte de las familias que perdieron sus viviendas permanecían alojadas en el coliseo “Severo Espinoza”, otros rentaron casas y una parte de los damnificados estaba en hogares acogientes. Ahora todos están alojados en viviendas temporales mientras avanzan los trámites con el Municipio y en el Ministerio de la Vivienda para la reconstrucción de casas.
Mitigación. Está en curso un proyecto para dotar de alcantarillado sanitario a este sector, lo cual podría evitar filtraciones de agua que desestabilicen aún más el terreno.
“El nuevo sistema de alcantarillado se hará con la participación ciudadana. El Municipio adquirió nuevas tuberías y la gente trabajará en mingas”, dijo Narváez. La ejecución esa obra se iniciará en los próximos días e implicará una inversión de más de 18.000 dólares.
Obra. La construcción de canaletas sobre la cresta (parte alta del cerro) del sitio del desastre también es una tarea para mitigar los riesgos. Un estudio efectuado por geólogos del SNGRE mostró que la filtración de agua aceleró el asentamiento del terreno, por lo que evitar que el agua se acumule en la parte alta de la montaña es una prioridad. Personal de la Dirección de Obras Públicas del Cabildo construyó cunetas para el desfoge del agua en unos cien metros lineales sobre la cumbre del cerro La Armenia. Las cunetas fueron construidas manualmente, pues, se evitó el uso de maquinarias pesadas debido a la susceptibilidad y fragilidad del terreno.
Testimonio. Carlos Yánez, su esposa y sus tres niños continúan alojados en la casa de sus familiares. Ellos vivían en el caserío Chanchán y perdieron su pequeña casa de construcción mixta y la mayoría de sus enseres. Él cuenta que pese a perderlo todo cada día sienten gratitud por seguir con vida. Ellos pudieron salvarse gracias a que evacuaron una noche antes de la emergencia. “El cerro llevaba días deslizándose, presentíamos que eso iba a pasar. A la comunidad llegaron funcionarios del Municipio y del SNGRE, nos dijeron que debíamos salir. Por eso estamos vivos”, cuenta. La familia permanece en la vivienda de parientes que ahora están en el extranjero, pero anhelan el día de tener su casa propia.
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