A pesar de las constantes denuncias que viven en los alrededores de la quebrada de Las Abras, los rellenos ilegales continúan a vista y paciencia de los funcionarios de las diferentes instituciones de Riobamba, Guano y Chimborazo, que podrían intervenir para evitar este atentado que a la larga, pasará factura. Rellenos ilegales en las Abras.
Fue el domingo cuando se detectó la presencia de maquinaria. Se alertó a los vecinos del sector de Las Abras, porque, como ya es común, de lejos se observó a una retroexcavadora colocando tierra sobre esta arteria natural. Según las leyes ecuatorianos, atentar contra los recursos hídricos es un delito, esa es la razón para que se haya llamado de manera inmediata a la Policía Nacional, para que detenga esta situación, sin embargo, la respuesta fue que ellos responden al ámbito de seguridad y no en estos casos, además que en esa zona pertenecen al cantón Guano.
Hasta hoy no se sabe a ciencia cierta qué entidad debe y puede detener este crimen ambiental. Los vecinos han denunciado ante el Ministerio de Ambiente, Servicio Nacional de Gestión de Riesgos, así como Prefectura de Chimborazo, Municipalidad de Riobamba y Municipalidad de Guano, pero no hay forma de que alguien intervenga con mano dura.
En octubre de 2020 los vecinos convocaron a los representantes de todas estas instituciones y se les ofreció hasta llevar a cabo una hoja de ruta que permita proteger a la quebrada. Sin embargo, más de un año después, no hay resultados.
No es novedad que existen personas que se dedican a rellenar la quebrada de Las Abras para luego lotizar y vender a personas de escasos recursos, que no toman las previsiones del caso y caen en la trampa de los traficantes. Lamentablemente, las quebradas sirven para el desfogue de las lluvias y ríos. Si se las rellena, pueden pasar desgracias. Uno de los ejemplos más claros es lo que sucedió en diciembre en Guano.
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