El medio ambiente comprende diferentes componentes físicos, tales como: aire, temperatura, relieve, suelos y cuerpos de agua, así como componentes vivos, plantas, animales y microorganismos y, debido a ello, todos los organismos obtienen del medio ambiente los elementos necesarios para poder vivir, es así que es fundamental mantener el equilibrio del medio ambiente para mantener la vida en la Tierra como la conocemos. Sin embargo, esto no ha sido lo propio, pues, conforme han pasado los años los seres humanos han empleado a su favor una gran cantidad de recursos naturales del medio para cubrir sus requerimientos, como lo es la vestimenta, el alimento y objetos de uso cotidiano. Para que esto se gestione de manera sostenible, las personas deben conocer y cuidar sus interacciones con el entorno natural, ya que su supervivencia depende en gran medida de las interacciones y el uso consciente de la flora, la fauna y los recursos naturales, así como del desarrollo de las relaciones sociales, políticas y económicas que forman parte de su medio, pero cuál es la relación ser humano-ambiente.
¿Cuál es la situación actual en la que se encuentra nuestro ecosistema?
La situación del medio ambiente, el deterioro causado por el cambio climático, sumado a la contaminación y explotación de los bienes naturales provocado por las grandes empresas han hecho que los últimos años sean complejos para la protección de la naturaleza y la vida. Hoy en día existe un deterioro importante del ecosistema provocado, en su mayoría, por acción humana, que ha afectado al aire, suelo y agua. No obstante, se ve directamente comprometido todo el sistema natural que compone a estos medios, como lo son la flora y fauna, los cuales sustentan la economía y biodiversidad de Ecuador. Por otro lado, está la sobreexplotación de praderas, aplicadas en los sistemas de producción, provocando en los últimos años serios trastornos, y no solo a la vida humana, sino que también al medio ambiente. Además, ha empeorado por la ausencia de políticas de protección, fiscalización, conservación y preservación por parte del Estado, para que se cumplan de forma efectiva.
Entonces, ¿por qué es importante que cuidemos del medio ambiente?
Porque un ambiente limpio es vital no solo para mantener una vida saludable, la relación ser humano-ambiente garantiza la supervivencia de todos los seres vivos que habitan el planeta. El aire que respiramos es el recurso más esencial que nos brinda el medio ambiente, por lo que los esfuerzos para reducir la contaminación requieren ser más puntuales y precisos ya que, aparentemente, no está funcionando, sobre todo en las ciudades grandes. Según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), la contaminación del aire puede afectarnos gravemente, ya que logra aumentar el riesgo de ataques cardíacos, asma, bronquitis y mortalidad prematura. Asimismo, hay evidencia que sugiere que la mayoría del aire interior puede ser hasta cinco veces más tóxico que al aire libre. Sin embargo, la contaminación del aire no es el único tipo de contaminación, el agua también esta contaminada, y esta situación aumenta los riesgos de enfermedades gastrointestinales, problemas reproductivos y trastornos neurológicos. No hemos sido capaces de entender la importancia de la relación ser humano-ambiente, y la crueldad del accionar humano
¿Podemos contribuir?
Se puede ejecutar diversas acciones a favor del medio ambiente, desde el hogar podemos contribuir a partir de actividades cotidianas como transportarnos, asearnos, viajar, cocinar o comprar productos, ya que estas acciones generan un gran impacto en el ambiente. Además, desde el trabajo, comunidad o escuela se puede iniciar actividades concretas, pero efectivas, para mejorar el entorno, y para ello se necesita observar nuestro alrededor e identificar alternativas menos dañinas al ambiente, cambiar conductas y tomar decisiones basadas en el mejoramiento de la calidad de vida. Es importante reflexionar acerca de nuestros hábitos de consumo y actitudes hacia el cuidado y protección del ambiente, a más de generar pequeñas acciones desde nuestros hábitos diarios de vida.