La propuesta para la reforma al IESS al Sistema de Pensiones en el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, creada por una comisión en enero de 2023, desencadenó una serie de debates por la sostenibilidad de la jubilación a lo largo de los años, y uno de ellos por no distribuir adecuadamente los recursos, y esto originó una serie de problemas tanto para los afiliados como al público en general.
Sépalo.
Según la comisión en mención, si no se cambia la forma en la que las personas accedan a la jubilación no habrá dinero para pagar las pensiones a partir de 2027, siendo un problema alarmante que para cierto grupo social todavía no está consciente de las afectaciones que podría provocar.
Detalles.
Asimismo, su propuesta se basa en promover el ahorro para darle sostenibilidad a los Fondos de Pensiones mediante cambios a los requisitos para el retiro de los Fondos de Reserva, que son fuente de ahorro de los afiliados, y de cesantía, que con la reforma plantea que el 2% de aporte que hacen los afiliados a este rubro se mantenga, pero solo podrá ser retirado cuando la persona se jubile.
A saber.
Ricardo Espín, ciudadano, dijo que existe una inestabilidad en el IESS. “Es un trasfondo que la institución no tenga dinero, y esto viene desde administraciones anteriores que tomaron recursos de los pensionistas para otro tipo de gasto social, y ahora estamos viendo las consecuencias, que ni siquiera son a largo plazo, sino a corto plazo: tener un método adicional para poder tener un seguro y aumentar la aportación al mismo que muchas veces es obligatorio sin un beneficio claro”.
Voces.
Asimismo, señaló que al ser afiliado es complicado acceder a sus servicios, como: agendar un turno rápidamente, atención inadecuada, insumos médicos, entre otros y, por ende, opta por servicios de salud en instituciones privados. “No existe una estabilidad en el IESS y, como tal, se aporta prácticamente para cubrir gastos que ya están salvados. No veo un futuro alentador para el IESS”.
A considerar.
Por otro lado, agregó que las personas más afectadas son las personas de 30 a 40 años, porque no va a existir jubilación. “El trasfondo es evidente, no hay solvencia en el IESS”.
Voces.
Camila Mantilla, profesional de 26 años de edad, manifestó que el panorama actual del IESS es muy complicado. “Si me pongo a pensar en el futuro me preocupa un poco, porque hay muchas personas de mi generación que no están aportando al IESS, lo que a largo plazo nos afectará”, anotó.