Refinería de Esmeraldas en riesgo inminente de colapso, según denuncias es amenaza para las personas y medio ambiente.
La Refinería de Esmeraldas, considerada la más grande del país, enfrenta una crisis potencialmente catastrófica debido al deterioro grave de sus instalaciones.
Según denuncias trabajadores, falta de inversión y mantenimiento deficiente han llevado a la infraestructura al borde del colapso.
Además, esto implica un riesgo significativo para la seguridad de los colaboradores y los residentes locales.
Principales fallas denunciadas
Los tanques y máquinas operan apenas a la mitad de su capacidad, con evidentes daños estructurales que incluyen problemas severos en la Unidad de Crudo.
Uno de los tanques de gasolina muestra daños sin reparar, comprometiendo seriamente el almacenamiento seguro del combustible y el riesgo de fugas.
Asimismo, se reporta que varios tanques han sido retirados de operación.
Como el tanque YT 8058 destinado al almacenamiento de gasolinas, debido a la ruptura crítica de su estructura.
La situación se agrava en áreas como los tanques de almacenamiento de crudo, donde fugas significativas han contaminado la superficie circundante.
Especialmente, es peligroso durante las lluvias que mezclan el crudo derramado con el agua superficial.
Problemas que ponen en riesgo a la Refinería de Esmeraldas
Además, la planta de tratamiento de aguas residuales Efluentes, encargada de devolver agua tratada al río, opera en condiciones precarias con falta de sellos, compresores y secantes.
Esto ha llevado a que el agua vertida en el río Teaone no cumpla con los estándares ambientales, planteando serias amenazas para los esmeraldeños que dependen de este recurso.
Además, la refinería, que debería procesar al menos 10,000 barriles, opera actualmente a un nivel alarmantemente bajo de 76 barriles, reflejando la gravedad de la situación.
Con un índice de siniestralidad de 0.87 en una escala donde 1 indica un riesgo crítico de explosión, la urgencia de intervenir y realizar reparaciones es inminente.
Por otor lado, las autoridades no han emitido un pronunciamiento oficial sobre esta emergencia potencialmente devastadora para la industria petrolera y medio ambiente en Ecuador.
Asimismo, la comunidad espera acciones inmediatas para mitigar los riesgos antes de que ocurra un desastre irreversible.