Conociendo el caso de la viceprefecta Mónica Loza, quien denunció vulneraciones a sus derechos por parte del prefecto Hermel Tayupanda, decidimos abordar el tema de la violencia y el acoso contra las mujeres en el ámbito político. En esta ocasión abordamos este tema con la exconcejala y exvicealcaldesa de Riobamba, Rocío Pumagualli, quien señaló fue víctima de violencia política.
¿Ha sufrido, quizá, violencia o acoso dentro del ámbito político?
En la política recibimos ataques permanentes. Los hombres son machistas y creen que siempre tienen la razón en todo. Cuando una mujer inicia en la política se vuelve complicado, pero tenemos que hacerlo: debemos llenarnos de valor, debemos hacer valer nuestra presencia en los diferentes espacios políticos y también en los laborales.
¿Por qué se da la violencia política?
Creo que se relaciona con la cultura. Forma parte de las costumbres que nos han inculcado desde pequeños, que dice que las mujeres deben estar en la casa y sumisas, y cuando salimos a demostrar sus conocimientos es un poco difícil. Se debe también a que vivimos en una sociedad machista y contamos con una legislación en la que las mujeres no tenemos el lugar que nos corresponde.
¿Qué opinión le refiere la violencia política?
Es terrible. Las mujeres, día a día, tenemos que pararnos fuerte. En política trabajamos el triple de los hombres; además, nos preparamos y capacitamos permanentemente. Es un trabajo fuerte que lo hacemos con más responsabilidad que los hombres, y es por lo mencionado que reclamamos y levantamos la voz, y no es bien recibido. En el momento que alzamos la voz los hombres se ven afectados.
Cuéntenos, ¿la violencia política cómo afecta a las mujeres?
Depende de cada persona. En mi caso no me afecta y no me ha dejado ninguna secuela. Sin embargo, se debe decir que las mujeres reciben ataques permanentes. Cuanto estuve en el Municipio el ataque fue de parte de la primera autoridad, algunos directores y funcionarios. Creo que los ataques fueron por el hecho de que soy mujer y por haber denunciado las cosas que se hacían mal, y lo digo porque, por el hecho de ser mujer, tratan de minimizar la capacidad que uno se tiene.
¿Y cómo enfrentamos la violencia política?
Se necesita el apoyo de las mujeres. La legislación debe cambiar, las leyes deben ser perfeccionadas y deben cumplirse. En el caso de las prefecturas y alcaldías existen vacíos legales, lo cual engrandece el criterio de la primera autoridad, quienes en su mayoría son hombres. Pese a que existe la posibilidad de elegir a una mujer como autoridad, la sociedad no valora la capacidad de la mujer y vota por el hombre.
¿Se puede evitar la violencia política?
Sí. Pero para eso necesitamos educación, debemos educar a los niños en las casas y en las instituciones educativas. Debemos recalcar que el hombre y la mujer tienen los mismos derechos. Queremos una vida en armonía, no queremos que la mujer sea más que el hombre, y viceversa. Pedimos igualdad de oportunidades para demostrar nuestras capacidades.
¿Qué opina sobre el caso de la viceprefecta Mónica Loza, quien denunció vulneraciones a sus derechos por parte del actual prefecto?
Esta situación se ha generado puesto que la legislación no es clara, no se especifica las funciones que tiene la viceprefecta, únicamente se menciona que asumirá las funciones que el prefecto le delegue; es decir, no está claro, tenemos que esperar la buena predisposición de la primera autoridad. Además, existe celo político y disputa por el protagonismo.