La violencia de género es un problema estructural en el que, si bien no es un tema exclusivo de las mujeres, ellas son las principales víctimas. En el informe de la Agenda Nacional de las Mujeres y la Igualdad de Género, en el periodo 2014 – 2017, se menciona que de 60.6% de mujeres violentadas, el 53.9% ha vivido violencia psicológica como una de las agresiones más frecuentes; le sigue la violencia física con el 38.0%.
En el caso de la violencia sexual, pese a ser la menor en términos porcentuales, la agenda afirma que “no deja de ser preocupante”. El documento sostiene que una de cada 4 mujeres, es decir el 25,7%, ha sido violentada de esta forma. Por otra parte, en el documento llamado “‘Es una lucha constante’. La violencia sexual en instituciones educativas y los esfuerzos de jóvenes sobrevivientes por obtener en justicia en Ecuador” se recolectan varios casos en los que se evidencia la violencia que se vive dentro de las unidades de aprendizaje en el país.
El texto manifiesta que, desde 2014 hasta mayo de 2020, el Ministerio de Educación de Ecuador registró 3.607 casos de violencia sexual contra estudiantes, que tuvieron lugar en las escuelas y los alrededores. “En la gran mayoría de los casos, los responsables de los abusos eran hombres: 3.480 frente a 95 agresoras”. La directora del Departamento de Bienestar Estudiantil de la Escuela Superior Politécnica de Chimborazo, Silvana Andrade, cuenta, en el sector de la educación superior, cómo se manejan estas situaciones en la entidad.
¿Usted considera, a manera general, que ser mujer en Ecuador es un verdadero peligro?
Afortunadamente, se podría decir, nosotros vivíamos en una isla de paz, lamentablemente, al momento, hemos visto y hemos palpado que este lugar no es tan seguro como antes nosotros podíamos ver cuando éramos estudiantes, adolescentes. Al día de hoy sí corremos riesgos al momento de salir a las calles y tratar de no ser víctimas de alguna clase de agresión. Tomando en cuenta que pueden ser físicas, verbales, robos, asaltos, estamos en riesgo no únicamente las mujeres por el simple hecho de serlo, sino porque ha incrementado la violencia en el país, por distintas índoles, y éstas pueden ser: la pobreza, la llegada de muchos extranjeros o, también, por la afluencia del narcotráfico en la República del Ecuador.
¿El país otorga las medidas necesarias para precautelar la integridad de las mujeres?
Al momento se han expedido muchas leyes, y creado instituciones, grupos de mujeres que no, únicamente, al día de hoy, están luchando por los derechos de las mujeres, sino que ya vivimos bastantes años, décadas, que estamos luchando por los derechos de las mujeres. Lastimosamente, aún no están cimentadas estas estructuras; por lo tanto, tomando en cuenta esta realidad, la ley todavía nos deja y debe mucho a nosotras, las mujeres, en este aspecto.
¿En la Politécnica se tiene presente el concepto de violencia de género específicamente, o todos los casos de violencia son tomados como iguales?
La Escuela Superior Politécnica de Chimborazo, en el 2017, inició un proceso institucional para conformar, por primera vez, a nivel nacional, el protocolo de actuación para la prevención, denuncia, seguimiento y sanción de acoso sexual y otras formas de violencia basada en género. Este protocolo fue pionero a nivel nacional, ya que se toma muy en serio la palabra género y todo lo que tiene que ver dentro de este concepto. Buscamos igualdad plena dentro de nuestra institución.
¿Qué se busca con este protocolo institucional?
Como su nombre lo manifiesta, se concentra más en la prevención. Desde la Politécnica se ha llevado a cabo una campaña llamada “Acoso – Acusa”, la misma que está vigente desde 2017. En este caso, se ha socializado a la población politécnica: estudiante, docentes, trabajadores, empleados y público que ingresa a la institución a que, en el momento que sea víctima de una posible agresión, especialmente basada en género o que tenga connotaciones sexuales, no se calle, sino, simplemente, se acuse. De esta forma, al victimario, al agresor, aquella persona que se sienta victimada, tiene la posibilidad de denunciar. Para estos casos, nosotros tenemos una hoja de ruta, en donde al momento de receptar la denuncia o conocer el caso, como bienestar estudiantil y politécnico, activamos este recurso.
Para finalizar este diálogo, ¿cómo se evitaría represalias hacia los denunciantes en la entidad?
Desde Bienestar Estudiantil se da el debido seguimiento. La hoja de ruta establece que las víctimas tengan acompañamiento psicológico clínico y educativo en este departamento institucional.