“Venga mi rey, mi precioso, mi hermoso…”, esas habrían sido las palabras de bienvenida para muchos visitantes al mercado de La Merced que llegaron la mañana de ayer. Sin embargo, esta experiencia, que para muchos suele ser graciosa y muy llamativa, no fue lo que se evidenció. Una de las escenas que se destacó durante la mañana fue una comerciante desmayada, un chancho ‘volando’ —pero hacia el piso—. También se dio un enfrentamiento verbal entre algunos comerciantes y personal del Municipio de Riobamba.
Inconvenientes. Mientras muchos de los visitantes de este lugar tradicional de Riobamba degustaban el delicioso hornado visualizaban escenas dignas de una película de comedia. Pero, también hubo momentos ‘acalorados’ que, poco a poco, fueron subiendo de tono.
En la mañana. Por aproximadamente una hora, los ánimos se caldearon en las instalaciones del mercado de La Merced. Esto porque se desató una trifulca entre varios comerciantes y personal del Municipio de Riobamba. El detonante fue el desalojo de la ayudante de la propietaria del local Nº 3. Se argumenta que la señora es considerada como una persona no apta para desarrollar labores en este local por su “mala conducta”, de acuerdo a varias de sus compañeras.
Sobre los inconvenientes en La Merced
Consecuencias. Un chancho hornado pasó de estar sobre un exhibidor a estar ‘estrellado’ sobre el piso tras una acalorada disputa entre allegados a la ayudante y elementos municipales, quienes llegaron con la orden de desalojar a la mujer por varias denuncias en su contra por presuntamente maltratar a usuarios y compañeros comerciantes de este tradicional lugar.
Defiende a su cuñada. Susana Yuqui, quien es hija de la propietaria de este negocio, confiesa que a la persona contra quien se dirigía la disposición de salir de este mercado es su cuñada, y que ella tiene aproximadamente tres décadas laborando en este sitio, agregando que actualmente es ella la persona que la acompaña y colabora en este concurrido negocio.
Testimonio. “Yo tengo cáncer y es mi cuñada la que me ayuda; tengo cáncer de mama, y por mi enfermedad casi no puedo trabajar. Tenemos muchas deudas al banco, al ‘chulco’ y necesitamos trabajar. No es justo lo que están haciendo”, expuso la mujer, quien terminó colapsando en medio de este percance registrado la mañana de ayer.
Funcionario. Por su parte, Leopoldo Murillo, comisario municipal, expuso que las tareas realizadas obedecían a una disposición de Servicios Municipales tras una resolución administrativa que expresaba que la persona en cuestión no puede trabajar en este lugar, haciendo caso omiso por varios meses la disposición. El funcionario agregó que la inhabilidad de la mujer se encuentra fundamentada en denuncias por “maltrato a los usuarios y a los compañeros”.
Enfatizó que la resolución administrativa determinó que la señora como ayudante no puede trabajar, pero que se le da la oportunidad a la dueña del puesto que ponga otra ayudante. “Como comisario municipal hemos venido a hacer cumplir las resoluciones”, añadió Murillo.
Sello de suspensión. Pocos fueron los minutos que estuvo colocado un sello de suspensión de actividades en el local ‘Alejita’, ya que después de tanta insistencia y de tremendo lío que se desató, finalmente, la señora que querían desalojar cedió y procedió a retirarse del mercado.
Asistencia. Ante esta curiosa novedad acudieron varios elementos de la Policía Nacional para colaborar con el desalojo de la comerciante y devolver la paz al sitio.