Realidad Prepagos: leyes no amparan al trabajo sexual en la República del Ecuador, es decir que quienes lo ejercen se encuentran en el limbo.
Si bien no está prohibido el trabajo sexual, no hay leyes que amparen a quienes lo ejercen.
Basado en el principio de que lo que no va en contra de la ley es legal, hay que entender que, en la ley penal ecuatoriana, la prostitución no se considera como un trabajo.
Aunque al no estar sancionada como delito se entiende lícita, es decir una especie de limbo jurídico, el que nadie quiere abordar.
Y este es un asunto muy delicado, y por donde se lo mire, demandando una respuesta urgente del Estado para su normal desarrollo.
Prepagos: leyes no amparan
Así, conversamos con Lenin Peñafiel Arias, abogado y presidente de la Asamblea Local Ciudadana de Riobamba, que abordó el tema.
De entrada anotó que se hace imperativo visibilizar este álgido tema, pero ya no como un grupo de mujeres u hombres ofertando su cuerpo en la calle, en unos espacios cerrados o en las redes sociales a cambio de una retribución económica.
¿Entonces? Como un asunto de salud pública y, por sobre todo, de dignidad humana.
Y precisamente se refirió a la seguridad personal y de salud de quienes ejercen “el oficio”, a la par de un palpable amparo jurídico.
¿Para qué? Para exigir una remuneración justa, así como garantías contra la discriminación en una sociedad cada vez más agresiva.
Al trabajo sexual no se lo aborda como se debe
Pero el asunto no se queda allí, pues otro problema inherente es que en Riobamba se ha tomado el espacio público, y ello porque no hay decisión política de las autoridades para abordarlo y delimitar su labor.
El profesional del Derecho anotó que el problema no viene solo, y debe tratarse de manera urgente.