Es momento que las autoridades implementen políticas de Gobierno, de Estado o locales, con el fin de apoyar a los sectores más golpeados y ayudar a reactivar la productividad y el comercio, ya que al momento no las tenemos, dice Lenín Peñafiel, doctor en Jurisprudencia.
¿Se puede reactivar la economía acortando la jornada laboral?
No, en absoluto, porque somos un país subdesarrollado y no estamos acostumbrados todavía a implementar nuevos sistemas o modalidades de trabajo.
Dentro de la Ley Humanitaria se contempla el sistema del teletrabajo, es decir que utilicemos las herramientas tecnológicas, que sea todo virtual, pero esto, si por ejemplo nosotros trabajamos en el campo un productor no va a sembrar de manera virtual, necesita estar en territorio, y lo propio está pasando con quienes tienen locales comerciales, los talleres artesanales… eso no se puede hacer virtualmente, y vemos que esto está afectando duro a estos sectores y, lamentablemente, vemos con tristeza y pena lo que pasa.
¿Qué pasa?
Hablando de nuestro medio, negocios emblemáticos, íconos de la ciudad de Riobamba han cerrado, pese a que por años han sido tradicionales, pero han cerrado por el sistema que se está implementando, puesto que estamos compitiendo con grandes cadenas a nivel mundial, ya que hoy se vende en línea.
Algún caso en particular…
Por dar un ejemplo, almacenes “Brito” de telas, calzado “Carrasco”, calzado “Merino”… sufren la situación, incluso uno de ellos ya ha cerrado.
Se pide quedarnos en casa, pero si no salimos no compramos…
Estamos acostumbrados en nuestro país que si Usted no toca el producto, no se prueba, no le da la vuelta al producto quedamos con la incertidumbre, ¿por qué? Porque comprar en línea o a través de las herramientas virtuales crea desconfianza ya que se han presentado engaños y estafa, ya que es bonito verlo en una fotografía, pero cuando ya le llega el producto a sus manos prácticamente es una decepción, y mucha gente se ha quejado, y eso se ha creado en la conciencia del consumidor y prefiere ir al almacén, a la tienda, al taller, porque veo y toco lo que me gusta, hasta puede encontrar una variedad, esa es nuestra costumbre; entonces, tenemos que entrar a pelear con estos sistemas, pero no estamos preparados para un punto de competitividad.
En otros países condonan deudas o eliminan impuestos, y aquí…
No, no hay decisión política ni entereza de las autoridades, aquí les falta ponerse los pantalones y decidir lo que mejor beneficie, y en estos momentos de crisis se debe atender al sector comercial y a los arrendadores. Muchos comercios han cerrado porque, en su mayoría, los propietarios de los inmuebles no se han mostrado consecuentes y humanos ante esta realidad, siendo muy pocos los que negociaron los precios de los arrendamientos, y por eso los dueños de los comercios se vieron obligados a cerrar o han tenido que salir a buscar otros espacios o tratar desde sus viviendas de realizar su actividad comercial.
¿Nadie se ha pronunciado?
Ninguna autoridad ha tomado la iniciativa de definir una ordenanza para reactivar la economía de nuestra ciudad, ninguna, pero sí se han preocupado por el tema de movilidad, vemos obras de infraestructura, obra pública, eso se han preocupado, pero en lo más importante no lo han hecho.
Pero, los GAD’s pelean presupuestos, y mucho es para gasto corriente…
Así es, eso es lo que han implementado los acuerdos políticos que hacen que se beneficien los que en campaña apoyan a las futuras autoridades de turno, y ahí vemos el exceso de funcionarios o de trabajadores en los gobiernos locales. Aquí, en el GAD Municipal existen más de 2.000 empleados, cuando existe un decreto ejecutivo, una política de Estado que estamos en un tema de austeridad, justamente para reducir el gasto corriente, pero, poco les importa, se muestran indolentes ante la realidad que en cambio el ciudadano, los que pagamos los impuestos, los que les pagamos los sueldos tenemos que vivir el día y sacrificarnos y buscar la manera de sobrevivir.
Y en Riobamba los negocios siguen cerrando…
Da pena transitar por las dos principales arterias donde está concentrado todo, la 10 de Agosto y la Guayaquil, y el movimiento comercial ya no es como antes porque varios comerciantes cerraron sus locales y están tratando de buscar alternativas para vivir, no hay incentivo de parte de las autoridades al sector comercial. No nos vayamos lejos, y es malo comparar con los ambateños, pero vaya a ver los incentivos que les dan a los comerciantes, al artesano, al productor… les exoneraron impuestos, y aquí, como comerciantes, al menos por la pandemia se le ha pedido al alcalde que se exonere por uno o 2 años el pago de la patente para el local comercial, pero, no nos han dado oídos.