Inició la época navideña, una de las principales festividades que se celebran a nivel mundial con origen cristiano, pues, conmemora el nacimiento de Jesús de Nazareth, y no se puede hablar de la época sin considerar la reunión familiar, la decoración navideña, los regalos y demás, que hacen inclusive olvidar las situaciones conflictivas y la extrema pobreza que se extiende a lo largo y ancho de la provincia de Chimborazo; pero, cuando llega esta fecha no es novedoso para nadie ver que pequeños de las zonas más desprotegidas salen a la ciudad con el fin de recibir sus ‘navidades’, algo que en verdad se denomina mendicidad. Piden sus ‘navidades’ en las carreteras
Mendicidad. En el mes de diciembre a la mente de los chimboracenses llega uno de los recuerdos más catastróficos que ocurrió en 2004, y se trata de que cuatro angelitos murieron aplastados por la basura en uno de los contenedores ubicados en el mercado de La Merced, en Riobamba. Ya 18 años han pasado -aproximadamente- cuando a 5 pequeños les cayó una tonelada de basura mientras dormían, cuatro de ellos muriendo asfixiados.
Infantes. Los menores respondían a los nombres de: Pablo Ernesto, Álex Geovanny, Mario C. y Arturo Ll., mientras que el herido fue José Ch., todos oriundos de la parroquia Flores. Según testimonios, los pequeños salieron de sus domicilios a pedir caramelos, juguetes y contribuciones navideñas a transeúntes caritativos.
Testimonio. José Choto, de 11 años de edad en aquel tiempo, y sobreviviente del terrible hecho, a medios de comunicación contó que fueron a dormir al contenedor para protegerse del frío, pero que siendo las 03:00 horas aproximadamente llegó una pala mecánica de la Municipalidad de Riobamba cargada de basura y la depositó allí, sin que el conductor se percatara de los infantes.
Realidad. En la actualidad, la costumbre de salir a las calles no ha cesado en su totalidad, pues, infantes, adultos mayores y los más pobres lo siguen haciendo, y esto se empieza a evidenciar conforme transcurren los días de diciembre. Varias son las historias que hay detrás de cada infante o persona necesitada, algunos señalaron hacerlo porque en casa no tienen lo suficiente para comer, otros porque no tienen un padre o una madre, por lo que su situación económica es compleja, y es así como les resultaría una buena fecha para pedir ‘una colaboración’, ya que la gente hace su ‘buena obra del día’ esta época, además de ser ‘agasajados con las navidades’.
La otra cara de la mendicidad. María José Pontón, coordinadora zonal del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), enfatizó que en este mes la institución recibe alertas ‘muy graves’ de niños y niñas, e incluso adultos mayores que son utilizados por mafias para pedir caridad, “que incluso pagan a los padres de familia 5, 6 dólares para el alquiler de los menores para que vayan a las calles, autopistas, panamericanas, perimetrales y vías tan peligrosas para que comiencen a pedir dinero, productos, juguetes y demás”.
Jurisdicciones. La funcionaria manifestó que el MIES tiene ya identificadas las ‘zonas rojas’ donde hay mayor índice de mendicidad en estas fechas, “es por ello que se van a activar todos los técnicos de la institución y otras instituciones”, y esto para prevenir que continúe el problema.
Mayor índice. Elena Guevara, analista del portafolio de Estado, dio a conocer que los datos les arrojaron que donde se evidencia este lamentable problema comprende cinco cantones: Riobamba, Colta, Guamote, Alausí y Guano.
¡Diferentes realidades!
Riobamba/ Desde la Iglesia piden a la ciudadanía motivar a los más vulnerables a recordar y a vivir La Navidad mediante donativos, ya que son sectores que no están al alcance de una cena navideña o de regalos costosos, inclusive estrenar ropa nueva, por ende se muestren solidarios.
Declaraciones. Miguel Cartuche, párroco del sector de la Loma de Quito, manifestó que el fenómeno de la mendicidad se da mayormente en el tiempo de Navidad. “La gente sale a pedir porque ciudadanos se muestran más generosos y caritativos, reciben víveres, caramelos, juguetes, etcétera”, lo que estaría bien, ya que la acción por parte de las personas caritativas no fomenta la mendicidad sino, más bien, les motivan. “Siquiera una vez al año darles algo a los pobres, a los más necesitados; yo creo que con darles una vez al año no estamos fomentando la mendicidad, sino motivando a que ellos también recuerden o vuelvan a vivir La Navidad”.
Criterio. “Ahora depende también de la persona, el que es generoso le da una moneda, un dólar a la gente, entonces lo hace por amor a Dios, independientemente si lo ve que está lucrando. La Iglesia lo propaga: dar de beber, de comer, una posada (…), son obras de misericordia. Pero, asimismo, llamó siempre a la sensibilidad de no descuidar la casa, la familia, la educación de los niños para salir a la mendicidad”, dijo el religioso.