Al llegar a Huigra el aire sabe a tristeza, y no es para menos, pues, buena parte del pueblo se concentra en el Cementerio Parroquial -claro está, con mascarillas, a pesar de que se registra cero casos de Covid-19-… y todos avanzan con paso lento, cabeza baja y lágrimas… a dar un último adiós… Los ciudadanos y las ciudadanas piden justicia para Emily.
Panorama. En el poblado el denominador común es la consternación por la muerte de la inocente Emily Mariana, una pequeña niña de 8 años cuya vida se apagó injustamente, conmocionando a todo en derredor.
El ambiente nos sume en el dolor: todos en el Camposanto lloran su irreparable pérdida y entregan su corazón a Josselin (24), joven madre que siente que le arrancaron el alma y que busca consuelo en Dennys, su otro hijo de 10 años, y junto a su esposo, Lizardo (28), sostiene en sus brazos a una inquieta niña de 4, su última hija. Destruidos, ambos lloran la pérdida de una de sus razones de vivir.
Dato. La pequeña asistía a tercero de Básica de la Unidad Educativa “Eloy Alfaro”, y a nuestra presencia, su maestra cuenta que era una buena alumna, educada y preocupada por aprender.
Por su parte, Ángel Barreto, rector del plantel formativo, subraya que éste es un dolor inmenso para la familia, pero también lo es para la entidad. “Es un dolor para toda la población, es una muerte incomprensible… ella ahora está siendo recibida por Dios”, anota, a la par de expresar la solidaridad de toda la comunidad educativa.
Hecho. El fatídico día, la familia, que vive en Huigra, se trasladó a la comunidad Cochapamba, ubicada a 25 minutos de distancia, sector en el que viven los abuelitos maternos, dedicados toda la vida a la agricultura.
El objetivo era ayudar en las tareas del campo, mientras Emily respiraba aire puro y jugaba entre los sembríos, sin saber lo que estaba por acontecer…
Para saber. En comunidades y parroquias es común que los niños y niñas correteen solos, porque todos se conocen, dice Daniel Navarrete, que provee el servicio de internet.
Búsqueda. Tres horas duraron las tareas, anotándose que jóvenes de las comunidades Nueva Esperanza y La Tilange apoyaron en ellas, distribuyéndose por el sector en varios grupos, hasta que Michell Zumba encontró lo que nadie esperaba.
Eran las 19:45 h y el cuerpo de la inocente niña yacía inerte… Ipso facto, varios jóvenes acudieron a dar aviso a las autoridades. La fiscal de turno y Medicina Legal llegaron al lugar para corroborar los hechos y hacer el levantamiento del cadáver, pero no fue hasta las o4:30 h que pudieron trasladar el cuerpo.
Conmoción. En Huigra el clamor es uno solo: ¡Justicia para Emily!, que pervivirá hasta que se conozca al o los responsables de este execrable hecho, dijo Esteban Moeller, presidente de la Junta Parroquial de Huigra, que solicitó a las autoridades que hagan lo necesario para que el hecho no quede impune.
“Pedimos a las autoridades justicia para Emily, no es el único caso en la parroquia Huigra, ¿cuántos casos aislados existirá, que la ciudadanía no sabe y conoce?”, anotó.
Llamado. Mientras tanto, Luisa Ordóñez, moradora del sector, inundada por el llanto, pedía al pueblo que no se quede callado ante tan irreparable pérdida. “Si la ciudadanía sabe algo debe decirlo, no se quede callada… (la) gente tan perversa y mala que ha hecho eso a la niña debe pagar y no quedar en la impunidad”, dijo, mientras una mano en el corazón reza que este dolor lo siente suyo.
Necesidad. Es de anotar que los jóvenes padres viven en Huigra y no tienen las posibilidades para contratar los servicios de un abogado. Lizardo es albañil y solo tiene trabajo cuando lo contratan para una obra, mientras Josselin se dedica a las tareas del hogar. Carcomido por la rabia y la impotencia, Lizardo clama a las autoridades que se dé con los culpables “para que esto no vuelva a ocurrir”.
Justicia. Alexandra Torres, bañada en dolor y lágrimas, pidió que se haga justicia y que todo el peso de la ley caiga en el responsable, es- perando que no sea un caso más para guardar dentro de las oficinas.
“Hoy pudo ser Emily, mañana puede ser alguien más”, recalcó. A su vez, agradeció a las personas que acudieron a acompañar en estos momentos de dolor a la familia. “No hay palabras que llenen en estos momentos, todos somos madres y padres, tenemos hijos y no queremos que esto se repita”.
Reunión. El presidente de la Junta Parroquial de Huigra explicó que se hizo contacto con las autoridades para trabajar en conjunto. “Hemos hablado con el alcalde del cantón Alausí para unir esfuerzos y exigir a las autoridades judiciales de Alausí y Riobamba que se haga justicia”. Afirmó que la tarde de ayer se tenía previsto una cita con la Policía Judicial y el delegado de Fiscalía, para conocer el camino a seguir.
Femicidio. Desde 2014 hasta 2020, 748 mujeres fueron asesinadas en el Ecuador. Diecisiete femicidios se han registrado desde el uno de enero el dos de marzo de 2020. El 8 por ciento fue por estrangulación
Solidaridad. Más de 100 personas acudieron a la última morada de un nuevo y hermoso angelito llamado Emily Mariana, inocente niña que hoy, de seguro, juega libre y segura en los apacibles campos del cielo, pero que, a su vez, desnuda la triste realidad de muchos poblados chimboracenses y ecuatorianos, donde el peligro y la impunidad siguen haciendo mella. ¡Descansa en paz Emy!