Pase del Niño en Riobamba es tradición, fe y cultura

0

Pases del Niño en Riobamba es tradición transformada en baile. En diciembre la ciudad florece con la fiesta popular.

Pase del Niño en Riobamba: tradición, fe y cultura
Pase del Niño en Riobamba: tradición, fe y cultura. http://laprensa.com.ec

Pase del Niño en Riobamba es tradición, fe y cultura. “Mira ve, ahí viene un pase del niño”, esta frase estoy más que segura la hemos dicho muchos de nosotros, pero la frase también viene acompañada por una serie de emociones y sensaciones corporales que, a decir de los entendidos en el tema psicológico y social, son reacciones propias de los seres humanos.

Sin embargo, más allá de la emoción o, en muchos otros casos, la frustración de ver un pase del Niño cerca de los conductores que saben que se metieron en un embotellamiento por el tráfico.

El artículo que ahora escribo emocionada, como la riobambeña de a pie que se ha encontrado con pases del niño mientras hace las compras en el mercado de San Alfonso, uno de los epicentros de las comparsas, es para darle otra visión a la Riobamba que se transforma en diciembre hasta mediados de febrero.

[mc4wp_form id=56713]

Tradición, fe y cultura en los pases del Niño

La fe, religión y cultura se mezclan en esta fiesta que, organizada por varias décadas, sigue siendo motivo de asombro para extraños y de emoción para los que esperan con ansias diciembre para vivirla.

Al punto al que quiero llegar es que quizás no somos conscientes de todo el despliegue de arte y cultura que vivimos en este mes en el que la religiosidad y la cultura van de la mano.

No solo para rendir tributo y expresar la fe al niño Dios que ha nacido, sino que, al ser un cantón caracterizado y que destaca por los pases del Niño, todas esas expresiones despiertan toda una economía que se desprende de la fiesta popular.

Los sentires al ver los pases del Niño

Los sentires al ver los pases del Niño
Los sentires al ver los pases del Niño. http://laprensa.com.ec

Si nos centramos en los sentires individuales que se funden para convertirse en colectivos, los propios y extraños disfrutamos de ver las caretas pintadas de los payasos.

Las gracias o los buenos sustos que causan los sacha runas, o ese sentimiento, que, desde mi forma de sentir, es extraño al ver a los diablos de lata bailar al ritmo de la música de banda de pueblo tan gallardos y elegantes.

Y este punto me lleva a otro mucho más especial que está íntimamente ligado, no solo desde ahora, sino desde antes, desde el inicio de la humanidad que es la música.

No hemos de mentir, que cuando escuchamos nuestra canción favorita entonada por las trompetas de las bandas de pueblo aplaudimos, nos movemos y comenzamos a bailar.

Más allá de la mera experiencia individual que causa vivir y disfrutar un pase del Niño, vamos al punto en que Riobamba en diciembre se convierte en arte y cultura que sorprende. 

Carol, estudiante de medicina de la Espoch y oriunda de Latacunga, en medio de una conversación que nada tenía que ver con los pases del Niño, se delató y no escondió que sentía más fascinación por nuestra fiesta que por la tan aclamada Mama Negra y con sus ojos llenos de ilusión dijo:

“La primera vez que vi un pase me quedé impresionada, nunca había visto algo así en ningún lado”.

Es ahí cuando de nuevo surge esta forma de ver a Riobamba, porque el arte y la cultura cambian a un cantón que tiene muy enraizadas las creencias católicas.

Celebrar el nacimiento de Jesús

Pues celebramos con tal fervor el nacimiento del hijo de Dios, que ahora en cada familia, barrio e incluso instituciones tienen una figura de Jesús a la que honrar y agradecer por los favores dados.

Esto se relaciona con otra de las emociones que sentimos cuando vemos una comparsa que se asemeja a las actividades cotidianas, a las que se hacían en el campo, o como antes en la antigua Riobamba antes del terremoto, el sembrar y cosechar.

Para crear los pasos que se arman en una comparsa en los parques, las calles, las aceras, los mismos patios de las casas se convierten en estudios de baile.

Es ahí en donde surge la magia que luego vemos en las calles, y de nuevo confirmamos que la devoción a Jesús nacido hace que nos unamos.

La fiesta popular de los pases del Niño

Porque como dijo Juan Carlos Huaraca, director de la Casa de la Cultura, núcleo de Chimborazo, en Riobamba no habrán grandes teatros para albergar las danzas de salón, pero si tenemos las calles como el gran escenario en el que siempre se presentan.

Es por esa razón que cuando las vemos representadas en una danza, las fibras más sensibles de nuestro ser se estremecen.

El sentido del oído y vista se agudizan para disfrutar, y quizás traer de vuelta el recuerdo de nuestros abuelos que nos llevaban de la mano a ver los cortos o muy largos pases del niño.

En consecuencia hablamos del arte, que viene con la danza y música popular, además de las creaciones habilidosas de los artesanos que son transformadas en vistosas y lindas prendas de vestir que salen a pasear y mostrarse en diciembre ante los ojos que aprecian las vestimentas de los bailarines y danzantes.

Si nos fijamos un poquito más en la estructura de un pase del Niño, que por su puesto es muy curiosa, una comparsa que compone el pase es más o menos así y es un ejemplo.

Los danzantes de Punín, la estructura de la comparsa está conformada por tres hileras de bailarines hombres que van vestidos de blanco con capas triangulares sobre sus hombros, el sombrero adornado con sigses y su inconfundible delantal rosa.

Bandas de pueblo son la tradición de diciembre

Pase del Niño en Riobamba es tradición, fe y cultura
Pase del Niño en Riobamba es tradición, fe y cultura. http://laprensa.com.ec

En el que han cosido monedas de sucres, que al bailar de forma coordinada logran que las monedas suenen al mismo ritmo de la banda de pueblo nombrado en este artículo es fundamental.

En perspectiva, en Riobamba tenemos varios colegios de música que forman a jóvenes, que en su mayoría sienten pasión por la música, y permiten mantener esa tradición que en ninguna fiesta no puede faltar la banda de pueblo y mucho menos en un pase del Niño.

Es así que no solo son los colegios como el Vicente Anda Aguirre, Víctor Proaño Carrión y Rodrigo Barreno que forman a los jóvenes, sino que también trascienden a las instituciones como el Municipio de Riobamba, la Policía o las Fuerzas Armadas, que tienen sus bandas y que también dan el realce a esta expresión cultural cuando participan.

Pase del Niño como patrimonio cultural

Al pase del Niño de Riobamba en 2018 lo declararon como patrimonio cultural, por lo que preservar su esencia es fundamental para que esta tradición, íntimamente relacionada con la fe, la religión y que de la mano con la familia Mendoza haya continuado.

Además, tenemos la presencia del niño Rey de Reyes de Chimborazo, ambos pilares que mantienen la fe viva.

En cada casa o agrupación, ofrendar a un niñito trae la bendición que motiva a grupos de amigos o familias a reunirse en diciembre.

Las parroquias eclesiásticas también activan para que los esfuerzos de los priostes sean bien recibidos, y la bendición llega a los que participan con fe.

Pases del Niño con las tradiciones cambian

No obstante, las sociedades cambian constantemente y eso hace que lo que era una tradición que se desarrolla año tras año, cambie o se modifique, pues ingresan y pierden ciertas costumbres.

Con las recientes generaciones van implementando nuevas prácticas, pero conservan ritos como el de la eucaristía.

Jaqueline, mi madre oriunda de Guaranda, que vive en Riobamba desde muy pequeña y que ahora vive los pases del Niño como una riobambeña más, nota la diferencia entre los grupos de danza.

Es decir, a aquellos que se unen por el mero gusto de bailar y por la fe a la divina imagen, en comparación con las agrupaciones de las danzas que ya se diferencian por la elegancia y la técnica que han logrado con el paso del tiempo.

En dónde se bailan los pases del Niño

Este otro punto es el que me permite otra reflexión y es que las personas responden a las necesidades, o bueno, esa fue mi primera reflexión; sin embargo, Juan Carlos Huaraca, lo ve desde una perspectiva mucho más amplia, que se conjuga con la fe y el gusto por bailar.

Dos frases importantes retratan algo que siempre ocurre cuando nos sentamos en los filos de las veredas de las calles para ver los desfiles, en especial a los pases del Niño, pues

“La danza es una expresión sanadora, es un medio para sanar tensiones”

También agregó que la música y bailar son una forma para que el ser humano sea integrado, ya que es una necesidad que las personas tenemos para liberarnos.

Entonces, si la música y el baile que se estrechan con la fe, la religión y los ritos, siempre esperaremos a diciembre o a los meses de fiesta en Riobamba como febrero, abril y noviembre.

Nos encontraremos en las calles con las y los propios y extraños que hallan en los pases del Niño, más que una expresión de fe, una forma de aliviar los dolores de la cotidianidad. 

Sigue a Diario La Prensa en nuestros canales:

WHATSAPP

CANAL DE WHATSAPP

TELEGRAM

CANAL DE INSTAGRAM

GOOGLE NEWS

CANAL DE GOOGLE NEWS

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí