Parques de Riobamba albergan a lustradores de zapatos que piden al Municipio que no los desalojen y puedan trabajar.
Parques de Riobamba albergan a lustradores de zapatos, Richard De Faz es un rostro familiar para quienes transitan por los parques como el Sucre y La Libertad.
Con su caja de herramientas y su banquito, Richard se ha dedicado por más de 10 años a lustrar zapatos, un oficio que heredó de su padre y que le ha permitido llevar el sustento a su hogar día a día.
Resiliencia y optimismo de lustradores
“Uno hace lo que puede para salir adelante”, comentó con una sonrisa que refleja no sólo optimismo, sino también una gran dosis de resiliencia.
Su jornada laboral comienza temprano, a las 7 de la mañana, cuando los parques empiezan a llenarse de transeúntes y trabajadores que buscan lucir impecables en sus respectivos oficios.
Richard se instala en el primer banco disponible y ofrece sus servicios a quienes pasan por su lado. A lo largo del día, se mueve de un parque a otro, con la esperanza de encontrar más clientes y aumentar sus ingresos.
“No siempre es bueno, pero si el día está bien, puedo ganar unos 15 dólares”, comenta mientras continúa lustrando con habilidad un par de zapatos gastados.
Desafíos en los parques de Riobamba
Sin embargo, los desafíos son cada vez mayores. Richard y sus compañeros lustradores enfrentan el rechazo de los municipales, quienes han comenzado a desalojarlos de los parques más concurridos de la ciudad.
“Nos dicen que ensuciamos los parques, pero nosotros siempre dejamos todo limpio”, asegura Richard con frustración.
Esta política ha obligado a los lustradores a moverse constantemente de lugar, lo que afecta su capacidad de obtener clientes y, en consecuencia, sus ingresos.
A lo largo de la entrevista, Richard nos reveló más sobre su vida y sus aspiraciones, creció en una familia humilde donde el trabajo siempre fue parte fundamental de su vida.
Comenzó lustrando zapatos junto a su padre cuando era apenas un adolescente y, aunque soñaba con dedicarse a algo diferente, las circunstancias económicas lo llevaron a continuar en el oficio.
“No es fácil, pero hay que trabajar para vivir”, mencionó.
La vida de Richard no es diferente a la de miles de trabajadores informales en Ecuador que viven del día a día, sin acceso a beneficios laborales ni seguridad social.
Estadísticas del trabajo informal
Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), alrededor del 48% de los ecuatorianos trabaja en el sector informal.
Algo que los hace especialmente vulnerables ante crisis económicas o sanitarias como la que trajo la pandemia de COVID-19.
Durante ese tiempo, Richard vio cómo su clientela se reducía drásticamente, y hubo días en que no ganó absolutamente nada.
“Fue muy duro, pero de a poco estamos saliendo adelante”, aseguró.
El testimonio de Richard es un reflejo de la situación que viven muchos lustradores y trabajadores ambulantes en la ciudad.
Pedido al Municipio Riobamba
Además de la incertidumbre económica, enfrentan la falta de un espacio donde puedan ejercer su oficio sin ser desplazados.
“No pedimos mucho, solo un lugar donde podamos trabajar tranquilos y donde no nos boten”, dice Richard, quien ha visto cómo otros compañeros han abandonado el oficio debido a las dificultades.
Al finalizar la entrevista, Richard se despide con una sonrisa, a pesar de todo sabe que las cosas no son fáciles, pero confía en que, con esfuerzo y dedicación, podrá continuar adelante.
Mientras tanto, sigue recorriendo los parques de Riobamba, lustrando zapatos, siempre con la esperanza de que las cosas cambien para mejor.