OMS (Organización Mundial de la Salud) investiga misteriosa enfermedad en la República Democrática del Congo (RDC) con casi 80 muertos
Una enfermedad de origen desconocido preocupa a la República Democrática del Congo (RDC) y a la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ha enviado expertos para determinar su causa.
Desde el 24 de octubre, esta dolencia ha causado 79 muertes y afectado a 376 personas en la provincia de Kwango.
Síntomas y áreas afectadas
La mayoría de los casos se concentra en Panzi y otras zonas sanitarias de Kwango. Los afectados, principalmente niños mayores de 15 años, presentan fiebre, dolores de cabeza, tos, secreción nasal, dificultad para respirar y anemia.
Según el Ministerio de Salud congoleño, la enfermedad ya se ha detectado en siete de las 30 áreas sanitarias de la región, con mayor incidencia en tres de ellas.
A pesar de los primeros casos registrados en octubre, la alarma se emitió a finales de noviembre, lo que permitió el envío de un equipo con tres epidemiólogos para investigar.
Investigación de la OMS
La OMS ha movilizado un equipo multidisciplinario compuesto por epidemiólogos, médicos, técnicos de laboratorio y expertos en control de infecciones. Según la entidad, se está analizando si la causa puede ser un patógeno respiratorio como la gripe o la COVID-19, o enfermedades endémicas como la malaria o el sarampión.
«Se está investigando un patógeno respiratorio como la gripe o la COVID-19 como posible causa, así como la malaria, el sarampión y otros», indicó la OMS en un comunicado.
Además, la enfermedad surge en un contexto de presión sanitaria para el Congo, que sigue enfrentando una epidemia de mpox (antes conocida como viruela del mono). Esta última ha dejado más de 47.000 casos sospechosos y más de 1.000 muertes, agravando la situación de los servicios médicos del país.
Retos y próximas acciones
Las investigaciones continúan, pero las autoridades enfrentan retos significativos debido a la infraestructura sanitaria limitada y la propagación de múltiples enfermedades. Mientras tanto, la comunidad internacional observa de cerca el desarrollo de esta situación, que pone en evidencia la fragilidad de los sistemas de salud en zonas vulnerables.
Con el respaldo de la OMS, el objetivo principal es contener esta enfermedad, determinar su origen y evitar que se convierta en una amenaza de mayor escala.