Cada pobreza genera patologías, por ejemplo: si los servicios básicos en zonas rurales no se resuelven no podemos hablar de nutrición. Si no hay empleo no se puede asegurar la canasta básica, vulnerando el derecho a la alimentación y a la salud. Si el campo no es apoyado por el Estado y las ganancias siguen siendo mínimas para los campesinos se pone en riesgo la soberanía alimentaria. No habrá desarrollo para Chimborazo si actuamos tibios.
Además…
Si los embarazos en adolescentes cada año aumentan, y éstos se dan en niñas que no han terminado su desarrollo y que en su mayoría son mal alimentadas porque vienen de hogares con carencias, el resultado es otros niños condenados a tener problemas de aprendizaje y bajo rendimiento escolar, con una deserción que en pandemia se hizo más visible… y con ello se niega la posibilidad del derecho a la educación. La desnutrición es un problema multicausal y multidimensional
¿Y a nivel individual?
Soy madre y mi profesión ha hecho que me involucre en estos temas. Fui partícipe de un seminario en la Espoch, al que fue invitado el Dr. Abel Albino, experto en problemáticas de América Latina, quien dejó claro que la nutrición en los mil primeros días es fundamental, a partir de ahí las posibilidades de maniobra se van agotando; “es la etapa la primavera del sistema nervioso
central; después de la primavera, vendrá el verano, el otoño y el invierno; pero nunca más tendrá primavera”. El primer año de vida marca la suerte de los niños, de su pueblo, de su país.
¿Quiénes son los responsables?
Antropológicamente la responsabilidad de alimentar a los hijos es de los padres y madres, nadie en el mundo está mejor capacitado, sobre todo cuando los hijos son recién nacidos. Sociológicamente es el sistema, pero vivimos en un capitalismo voraz e inhumano que privilegia una alimentación a escala industrial y que va en deterioro de los buenos hábitos nutricionales. Pero, para bien humano ay los seres del campo, hombres y mujeres no asalariados que garantizan alimentos para la subsistencia.
¿tiene que ver lo político?
Sí, y el responsable es el Estado, entendiéndose a éste como al conjunto de entidades gubernamentales que lo componen; pero, por décadas su intervención se ha limitado a una gestión pública de “bienestar meramente desarrollista”, donde aún se privilegia la
obra pública “de cemento” por sobre una gestión con rostro humano..
¿Qué políticas públicas se han ejecutado?
Me temo que muy poco en términos de pertinencia con el territorio. Hay que decir que históricamente en el país se ha desarrollado una serie de programas sociales de alimentación; el problema es que no se conoce si existió o no impacto en estas intervenciones, no se ha evaluado. .
en Riobamba…
Como política pública no hay ordenanza, sin embargo, se conoce de la acción del proyecto “Soberanía Alimentaria y Nutricional”,
que implementó el Gobierno Municipal en más 33 unidades educativas de laus parroquias rurales, iniciativa que debe ser vista como un modelo y que es perfectible, pero tiene una fortaleza, porque se desplaza todos los días a las comunidades más alejadas.
¿cómo?
A los padres se les comparte dietas basadas en productos andinos como la quinua, chocho, maíz, melloco… se cuenta con la recuperación de recetas desde la gastronomía andina. En los centros de Desarrollo Infantil municipales antes de la pandemia y en el Proyecto “Recreo” el 50% de productos que consumían los niños en los refrigerios y almuerzos eran productos agroecológicos y la tendencia de apostarle a esta visión va en aumento.
¿La nutrición es una inversión?
Por supuesto, y con letras mayúsculas, y la evidencia es que en otros países latinoamericanos invirtiendo en madres gestantes disminuyen los índices de desnutrición infantil..
¿en qué se mide el desarrollo de una sociedad como la nuestra?
Por años las mujeres han alertado a las autoridades sobre el problema, pues ellas, que son las cuidadoras cotidianas de niños, niñas, ancianos y personas con discapacidad saben que no hay desarrollo posible para Chimborazo si actuamos tibiamente, tanto así que hoy por hoy la erradicación de la desnutrición infantil está en su agenda política. Si hablamos de desarrollo productivo, crecimiento de capitales es preciso indicar que “la principal riqueza interna de un territorio es su capital humano”.
Sin embargo, si el capital está enclenque porque sus niños y niñas no tienen la posibilidad de ser engendrados por madres vitales, bien nutridas no hay forma de hablar de desarrollo territorial, y en este “simple hecho” puede estar la diferencia. “Imagínese usted; de transformar esta realidad ¿cuánto dinero estaría aportando Chimborazo al PIB del país si éste se mediría en términos de desarrollo humano. Con niños y niñas bien alimentados que no tengan problemas cognitivos para educarse, que sean sanos, fuertes, inteligentes para emprender, para trabajar, para cuidar el ambiente, cuántos profesionales en las diferentes ramas podría dar Chimborazo al país y al mundo, cuántos líderes capaces y honestos saldrían de nuestra tierra?
Conclusión no hay desarrollo económico sin desarrollo social”