Hay cosas, lugares y experiencias que como riobambeño alguna vez lo hemos experimentado. Desde comer un helado de San Francisco hasta saltarte las líneas de la 10 de agosto…
Riobamba, la Sultana de los Andes, es una ciudad llena de historia y tradición, donde cada habitante ha construido recuerdos que forman parte de la identidad local.
Desde evitar pisar las líneas en la calle 10 de Agosto hasta disfrutar de un hornado en los mercados, estas vivencias son parte esencial de lo que significa crecer y vivir en Riobamba.
Uno de los hábitos más curiosos, compartido por muchos jóvenes, es «no pisar las líneas en la calle 10 de Agosto». Andrés, de 22 años, recuerda entre risas:
Además de los juegos callejeros, las tradiciones culinarias también son fundamentales.
Hornado y jugo con hielo
El mercado La Merced es uno de los centros más representativos, donde muchos han probado el tradicional jugo con hielo del Chimborazo.
María Fernanda, de 24 años, comparte su experiencia:
Otra de las experiencias que ningún riobambeño se pierde es comer hornado en los mercados y en la salida a San Luis. David, de 25 años, asegura:
Los agachaditos de la estación
Entre los recuerdos más nostálgicos se encuentran los «Agachaditos» de la estación, conocidos por sus deliciosos platos a precios accesibles. Aunque ya no están en su lugar tradicional, siguen vivos en la memoria de muchos. Esteban, de 21 años, comenta:
El parque Sucre y los helados de San Francisco
El parque Sucre continúa siendo un punto de encuentro social, mientras que los helados de San Francisco siguen siendo parte del recorrido obligatorio para todo visitante o residente que busca refrescarse con un sabor único.
Estas pequeñas costumbres y tradiciones, que pasan de generación en generación, son el alma de Riobamba.
Cada vivencia, desde evitar pisar líneas hasta disfrutar de un jugo del Chimborazo, refuerza el sentido de pertenencia de quienes han crecido en esta ciudad histórica y vibrante.