Una realidad muy difícil es la que afronta María Ángela Gusñay Yuquilema, madre de Cristian, un niño de trece años de edad que, hoy por hoy, se debate entre la vida y la muerte, esto luego de haber sido presuntamente víctima de secuestro y múltiples agresiones físicas. Niño recibió brutal golpiza y está grave.
Situación. María, junto a sus familiares y personas de la comunidad, se apostó al frente de la Corte Provincial de Justicia de Chimborazo para exigir justicia. En sus manos ella tenía un cartel amarillo con la foto de su adorado hijo.
En la imagen se puede observar a Cristian llenó de tubos, rapado la cabeza y en una cama de hospital. Está con los ojos cerrados y en sus brazos sueros.
Marco Yungán, su hermano mayor, cuenta que hace aproximadamente unos 15 días llegaron personas hasta su casa y habrían sacado al joven a la fuerza. “Le llevan los señores. Salió vivo. De ahí le pegan, le quieren botar en una quebrada, algo así”, comentó el ciudadano, que además explicó que los presuntos causantes creen que Cristian se llevó a una joven de 17 años, de otra comunidad, pero, de acuerdo a Marco, nunca le encontraron a ella en su casa, por el contrario, luego de que se lo llevaron ella habría aparecido.
Caso. De acuerdo al testimonio de otro de los presentes, Cristian fue maniatado y subido en una camioneta. “Tenemos las placas del carro, las fotos, los vídeos. Le llevan entre seis y siete personas. Le llevan a la parroquia Flores, de ahí a Guamote, y de ahí a la comunidad Cecel Grande. Fue en este lugar donde le encuentra mi mami, prácticamente muerto. ¿No sabemos exactamente por qué estas personas actuaron así? ¿No sabemos por qué le sacaron de mi casa? Le amarraron como si fuera algo y le botan en la camioneta. Esto sucedió hace 15 días”, comentó afligido el hermano mayor de Cristian, quien agregó que si se apostaron a las afueras de la Corte es porque uno de los presuntos responsables está pidiendo libertad a la prisión preventiva que se le impuso.
Testimonios. Otro de los comuneros, de una zona de la parroquia Flores, aseguró que uno de los presuntos responsables se llevó a Cristian de su casas reclamándole ¿dónde está su hija? “Ahí se le van llevando, pero, pasadas las 8 de la noche ya le encuentran a la muchacha. Ahí sale el papá a decir: ‘aquí ha estado’, ahí en Flores, pero ya le cogieron como si se tratara de un delincuente.
Le pegan, le maltratan, como si se tratara de un adulto. El niño está roto las costillas, trizada la cabeza y los huesos. Hace quince días no vienen siquiera a decir tome un dólar o arreglemos, por eso nosotros les acusamos de secuestro e intento de asesinato. ¡Es un niño! Por eso pedimos justicia”, comentó José Yuquilema, quien agradeció el apoyo de 27 comunidades de la parroquia Flores para los familiares de Cristian, que son de Shungubug Grande, porque los niños y niñas no deben ser maltratados, ofendidos, peor secuestrados o asesinados.
Verdad. Lejana a los reclamos se encuentra María. Mira al cielo, sus ojos se llenan de lágrimas. Ella es madre de tres niños. Cristian era quien le ayudaba a trabajar, porque es viuda. “Yo lo único que pido es que me devuelvan a mi hijo como era. Así, sano, trabajador. Bueno. Pedimos justicia. Se debe hacer justicia.
Ahora mi hijo está prácticamente muerto. No se puede mover, no se despierta desde hace algunos días, para colmo resulta que el responsable de la golpiza está pidiendo libertad. Eso no es justo, por eso vinimos a reclamar, para que este caso no quede en el olvido; además, yo lo que pido es que me devuelvan a mi hijo tal y como era: caminando, estudiando, hablando, jugando, ayudándome en todo”, dijo la madre de Cristian que, con mucho dolor, enseñó las fotos de su hijo, postrado en una cama y con una cuenta de miles de dólares por pagar…