La implacable muerte pactó una cita con un hombre, de 59 años, al amanecer. Tenía esposa y 5 hijos, 2 de ellos menores de edad.
La muerte pactó una cita con un hombre al amanecer en Riobamba, y no faltó a la cita.
La implacable muerte no hace distingo de credo, raza, sexo o condición social y, es más, eficiente como ella sola, llega exacta a la cita y lugar pactados.
Y sus formas son variadas, forzadas o naturales, raudas o agónicas, pero, eso sí, con un resultado inapelable, lo que hace que todos le tengamos respeto y gran temor.
Muerte pactó cita, y llegó puntual
Y el miércoles 18 de septiembre de 2024 tenía en agenda un encuentro en la urbe, precisamente entre la Av. Edelberto Bonilla y Jaime Roldós Aguilera, en horas del alba.
El ‘invitado’ a la cita era Ángel Cristóbal Tingo Padilla, de 59 años de edad.
Al respecto, el Cbop de la Policía Nacional Cristian Álvarez, que tomó procedimiento, dijo que el auxilio se reportó a las 07:30 h, y dio a conocer lo siguiente:
Se tomó contacto con los familiares e indicaron que sufría de úlceras gástricas, por lo que, tal vez, tuvo una dura recaída, por lo que, viniendo de dejar a su esposa en el mercado Mayorista se sintió mal, se parqueó y falleció.
Como fue una muerte natural no fue necesaria la presencia de las autoridades competentes en el lugar.
El hombre era muy querido
Al sitio llegaron los apesadumbrados familiares, los que no daban crédito a lo acontecido, y entre abrazos y lágrimas expresaban el inmenso dolor que vivían.
Entre ellos, Ángel Tingo, familiar del occiso, que entre lágrimas, informó que era una buena persona y muy trabajador.
Ángel confirmó que su familiar seguía tratamiento, y que era muy dura la enfermedad que padecía.
Un vecino del sector, precisamente donde Ángel Cristóbal falleció, dio a conocer:
Otra vecina del lugar señaló muy consternada:
Finalmente, entre lágrimas, en una camioneta, familiares transportaron su cuerpo para velarlo y luego darle una cristiana sepultura.