Mitos de la sexualidad: La educación sexual tiene que ser integral, con la participación de los padres, la sociedad y los adolescentes, dijo Mónica Bonilla, al precisar que falta una política de Estado para controlar los embarazos adolescentes.
¿Qué nos puede decir en relación a los embarazos en las adolescentes?
Éste es un problema que va en aumento y que disminuye la calidad de vida de las mujeres jóvenes por todo lo que se involucra en todos los aspectos: salud, educación, social y todo lo que involucra un embarazo, porque tienen que abandonar los estudios; también en el aspecto físico, porque sus cuerpos no están listos para tener una maternidad y los aspectos sociales que les van limitando al hacer una nueva responsabilidad y una nueva vida, por lo general solas, y eso no les permite disfrutar la etapas existenciales.
¿Será que hace falta campañas educativas?
Creo que es importante remarcar que dentro del derecho de las personas, que están establecidos dentro de la Constitución, justamente de los derechos sexuales reproductivos; de las misma forma, el Estado tiene el derecho y la obligación de difundir y promocionar estos derechos de manera integral.
Se tiene conocimiento que tras la nueva Constitución, y como parte de la garantía del cumplimiento de estos derechos, el Estado, a través de políticas públicas, ha hecho varias campañas; según el caso, desde 2014 hubo un programa que se llamaba Enipla, una estrategía intersectorial, justamente de planificación y prevención del embarazo en la adolescencia, que fue de 2011 a 2014, que tenía avances importantes justamente en la educación sexual e integral para los adolescentes, pero, lamentablemente, fue suspendida hasta reemplazar por un nuevo plan familia.
¿Será que hace falta mayor comunicación entre padres e hijos?
Creo que es importante ubicar las causas de los embarazos en los adolescentes. De los datos que se tiene, un alto porcentaje de embarazo de los adolescentes justamente tiene que ver por violaciones, la otra es falta de atención oportuna, justamente lo que hace falta es la aplicación de una política pública que sea eficaz, en este caso que sea una educación sexual integral donde se involucre a la sociedad, a la familia y a las mismas adolescentes; creo que falta trabajar en políticas de Estado que permitan evitar un incremento considerable en los embarazos de los adolescentes. Con el plan Enipla se registraba unos 72 embarazos por cada 1.000 adolescentes, luego, con la nueva estrategia, en vez de bajar, con el plan familia se ha incrementado.
¿Qué pasó con el plan?
La nueva política intersectorial, que está establecida entre el 2018 y 2025, que no tiene fondos, se calcula que será 158 embarazos por cada 1.000 adolescentes, si cada vez sube algo está pasando. Para reducir tiene que haber corresponsabilidad entre la familia, el Estado y el acceso a los adolescentes, para que exista una educación integral desde su sexualidad.
¿Falta educación sexual en los planteles educativos en el Ecuador?
No hay una visión integral, sino que hablamos solo de una visión médica o fisiológica de lo que es el ejercicio, mas no del ejercicio de la persona, no tiene que ser solamente de lo genital, sino que tienen que involucrar todo lo que tiene que ver a la sexualidad de los adolescentes.
¿Qué hacer para cambiar esta situación?
Creo que una de las cosas importantes es hablar sin mitos, sino más bien desde un enfoque de derechos, desde un enfoque de género sin que nos asuste, sino que vayamos reconociendo desde el conocimiento de las diversidades, de la realidad de los jóvenes; creo que es importante generar espacios, por ejemplo el colectivo al que yo me pertenezco, hay que generar espacios vía on line para, a través de las diversas profesionales, tratar sobre la sexualidad, porque ésta debe ser integral no solamente médica, sino psicosocial. Desde la cuestión legal se ha ido ganando espacios de formación, de educación; nosotros actuamos desde el toque feminista, lo hacemos vía Zoom, entonces, cuando habido la posibilidad de poner los cuerpos en la calle y organizar ferias que permitan a los jóvenes romper estos mitos de la sexualidad.
Los padres no han perdido los mitos y como que tienen temor de hablar sobre sexualidad…
Creo que todavía nos falta mucho. Yo también soy madre, venimos arraigando toda esta cuestión cultural de los mitos y las creencias desde la visión religiosa de asociar la sexualidad como un pecado.