Miedo a los hospitales: La pandemia no ha desaparecido, al contrario está vigente y tenemos que cuidarnos para evitar un contagio, dijo Rosa Jimbo, quien acude al hospital.
¿Por qué considera que la gente rehuye hacerse atender en un hospital?
Los médicos dicen que no vayan a un hospital porque es un sitio de contagio, que han de salir en funda plástica, que no se va a poder ver a los familiares ni los familiares se pueden despedir, y esa es una forma de ahuyentar, pues, el paciente tiene que ir al consultorio particular.
Es verdad que cuando llegó la epidemia la gente moría porque el personal médico no estaba preparado ni había los equipos ni los espacios adecuados para controlar y atender a tanta gente; sin duda, fue bien difícil al comienzo, creo que mientras atendían a unos ya se morían otros, parece que no había el material ni las herramientas necesarias para atender como camas de hospitalización, oxígeno, las camas de terapia intensiva… en realidad no estábamos preparados ni se esperaba el elevado número de pacientes al mismo tiempo.
¿Usted, como paciente, está visitando el hospital para seguir con su tratamiento en Riobamba?
Yo acudo normalmente al Hospital del Seguro Social y no he tenido ningún problema, porque Riobamba tiene bien definida las áreas de atención, y una de ellas es el área Covid-19 y la otra es el área limpia.
¿No ha tenido inconvenientes en la atención?
No, me han atendido muy bien y rápido, y eso es lo mejor que uno puede esperar para continuar con el tratamiento.
¿Qué sugerencias podría dar a la ciudadanía para prevenir el contagio del nuevo coronavirus?
A las personas nos hace falta ser muy disciplinadas, si a través de los medios de comunicación nos han dicho que es una enfermedad muy contagiosa, por lo tanto las personas vulnerables deben tratar de salir lo menos posible a sitios conglomerados, se debe usar las mascarillas, lavarse las manos, emplear el alcohol, pero hay gente irresponsable, que ni siquiera son riobambeños, que los vemos andar en la calle sin mascarilla; entonces, ellos pueden ser portadores del virus, debe haber una fuerte multa para aquellas personas que están andando sin mascarilla porque están contagiando a los habitantes de Riobamba, debe haber mano dura con aquellas personas.
¿La mascarilla la debe usar tanto el sano como el enfermo con el virus?
El sano para no contagiarse y el enfermo para no contagiar a los demás; las responsabilidad es de todas las personas hasta que termine la dura situación.
Hay personas que dicen que no van al médico porque confían en las plantas medicinales, ¿será cierto que se puede controlar de esta manera?
Creo que los remedios ancestrales, que sí han dado resultados en algunas partes, por ejemplo en la provincia de Bolívar, en Guaranda, dicen que combaten con aguas aromáticas, lo mismo en el Oriente se curan con plantas del monte de la Amazonia, donde también se han curado bastantes, según dicen.
¿Y qué dicen en la ciudad de Riobamba?
Toman las aguas aromáticas, ponen la clara de huevo, eso les ayuda a desinflamar todo el organismo, pero también se utiliza pastillas, un antibiótico que receta el médico en sus respectivos consultorios.
¿Se tiene que seguir aplicando los protocolos de bioseguridad para evitar el contagio del nuevo coronavirus?
Tenemos que seguir usándolos porque en pandemia, mientras no haya vacuna, no podemos descuidarnos, ya que para que la gente vuelva a la normalidad creo que falta mucho, porque la vacuna también necesita pasar por ciertos procesos y pruebas como para poder vacunar a toda la gente, pero mientras no exista esa opción franca seguimos en la lista de espera…
¿Los pacientes conversan sobre estos temas en los hospitales locales?
La gente dice que la pandemia está aumentando y no desean ir a los hospitales porque de ahí solamente salen en una funda plástica, pero creo que la gente ya va tomando conciencia de que es una enfermedad contagiosa, mucha gente ya ha tomado conciencia y por ese motivo ni siquiera salen a la ciudad para evitar el contagio.
¿Qué hace falta a la gente para evitar el virus?
Hace falta mayor difusión por los presidentes y los tenientes políticos en las parroquias.