Luces navideñas impulsarían el comercio y atraerían turismo durante las festividades según la opinión de la mayoría de riobambeños.
Con la llegada de la época navideña, los riobambeños debaten sobre la tradicional iluminación que ha embellecido lugares como el Parque Sucre, la Loma de Quito y el centro de la ciudad.
Estas decoraciones han sido un emblema de las festividades, creando un ambiente cálido y festivo para residentes y visitantes.
Sin embargo, este año, la crisis energética que afecta a Ecuador ha puesto en debate si estas luces deberían encenderse o no.
Riobambeños debatieron sobre las luces festivas en Navidad
Una encuesta en redes sociales de Diario La Prensa que contó con la participación de 1665 ciudadanos reflejó la postura y las opiniones de los ciudadanos riobambeños y residentes.
Un 70% (1165 personas) apoya la idea de mantener esta tradición, argumentando que las luces representan un símbolo de esperanza y alegría, especialmente en estos tiempos difíciles en el país.
Por otro lado, un 30% (500 ciudadanos) se opone, señalando que la prioridad debe ser conservar energía y enfocarse en soluciones a la crisis energética actual.
Luces impulsarían el comercio y el turismo
Para quienes apoyan la iluminación, esta tradición no solo aporta un espíritu festivo, sino que también impulsa el turismo local, el comercio de productos propios de la época y fomenta un sentido de comunidad.
Comerciantes del centro, en particular, destacan que las luces atraen visitantes y mejoran las ventas durante las festividades.
Varios ciudadanos comentaron sobre este tema de una manera similar, enfocándose en las consecuencias de la crisis energética, y en que estas fechas puede ser una oportunidad para la economía.
Negativa ante el encedido de la Navidad
Por otro lado, quienes están en contra de la tradicional iluminación argumentan que sería una contradicción encender las luces mientras muchos hogares y negocios continuán enfrentando apagones diarios.
Un comentario más neutral, destacó el uso de energías limpias:
La decisión final recae en las autoridades municipales, quienes deben considerar tanto el impacto social como el energético.
Una posible solución podría ser el uso de luces LED de bajo consumo o la reducción de los horarios de encendido, equilibrando la tradición con la realidad energética actual.
La pregunta queda abierta: ¿es posible celebrar la Navidad de forma sostenible en medio de una crisis energética?
Los riobambeños esperan una respuesta que logre conciliar ambas necesidades y no pase por alto las celebraciones navideñas, que generan ilusión, especialmente a los niños.