Chimborazo es una provincia en la que un buen número de sus habitantes se dedica a las actividades ganaderas. De los diferentes tipos de ganado se obtiene alimentos que van hacia la población, y de ahí radica la importancia de la sanidad animal. Los animales sanos se pueden exportar.
Labor. Rommel Betancourt, director ejecutivo de Agrocalidad, destacó la importancia de que los técnicos de esta entidad trabajen de manera conjunta con las personas que se dedican a estas actividades. Cristian Zambrano, coordinador de Sanidad Animal de Agrocalidad, explicó que lo que se busca es mejorar el estatus zoosanitario del Ecuador. “Tenemos diferentes herramientas.
Contamos con programas de control de enfermedades, como, por ejemplo, la fiebre aftosa para las vacas, el de la peste porcina clásica para los cerdos. Son medidas que nos ayudan a combatir las enfermedades”, dijo el profesional, quien agregó que, a su vez, se cuenta con certificaciones zoosanitarias que son entregadas a los predios que están produciendo aves, porcinos, vacunos y con esto lo que se busca es que las actividades de las granjas tengan cumplimientos de bioseguridad, bienestar animal y que éstos sean menos susceptibles a enfermedades y, así, no puedan transmitir enfermedades a los seres humanos.
Situación. Son fundamentales también los controles que hace Agrocalidad en las ferias de comercialización, porque si llega un animal enfermo, en cuestión de minutos, puede contagiar al resto. De ahí radica también la importancia de que los ganaderos, cuando detecten que su ganado esté enfermo, puedan notificar esta situación a Agrocalidad para una inmediata intervención y una solución. Con todos estos procesos lo que se busca es tener certificaciones internacionales, para que se puedan exportar los productos. En Chimborazo, por ejemplo, se exporta la “lana sucia de oveja” a Uruguay, pero gracias a que Ecuador es un territorio libre de fiebre aftosa, se pueden homologar los requisitos para exportar este requerido producto.
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